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Una iniciativa jurídica de reciente creación en Puerto Rico, aunque previamente exitosa en otras partes del mundo, ha comenzado a dar pasos importantes para atender el problema de inseguridad alimentaria provocado porque el archipiélago boricua produce solo el 15% de los alimentos que comen los puertorriqueños.
Esta poca producción agrícola contrasta con que hay hasta un millón de cuerdas en desuso o sin cultivar en Puerto Rico, según estudios de investigadoras de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, y muchas de estas cuerdas se encuentran en manos privadas, manifestó la líder comunitaria Mariolga Reyes.
«Hay una realidad concreta: necesitamos alimentarnos», dijo Reyes.
Para tratar de atender este problema, y luego de la incertidumbre que se creó «después de los huracanes» (2017 con Irma y María), en el 2019 se creó el Fideicomiso de Tierras Comunitarias para la Agricultura Sostenible (FiTiCAS), con el propósito de proteger tierras de valor agrícola a perpetuidad para que agricultores con prácticas ecológicas las siembren.
El FiTiCAS responde en parte al fracaso de la agricultura industrial y se enfoca en ayudar a agricultores pequeños. Se entiende que hay muchos que lo que ganan anualmente en promedio son $20,000, y por lo tanto no tienen dinero para comprar las tierras.
Reyes, cofundadora y directora ejecutiva de FiTiCAS, sostuvo que el objetivo es reservar estas tierras para fines agrícolas y ponerlas en manos de esos agricultores.
El FiTiCAS hace solo unos meses recibió su primera donación de tierras, que consta de 32 cuerdas de la Finca Las Perdices, en Ciales, esto de manos del matrimonio de Nélida (Agosto Cintrón) y José Colón López, que como parte de la escritura de donación permanecerán por los próximos 10 años residiendo arrendados en la casa que construyeron y que ubicada en la finca.
«Desde hace varios años, mi esposa Nélida y yo deseábamos que nuestra finca y la casa que construimos con nuestras propias manos tuvieran un futuro seguro en su entorno natural. El Fideicomiso de Tierras Comunitarias (para la Agricultura Sostenible) tiene como propósito asegurar tierras que estarán disponibles para el cultivo agrícola por pequeños agricultores con prácticas agroecológicas y asegurando la integridad de los terrenos montañosos en bosques. Nos sentimos muy complacidos y orgullosos por haber aportado en forma concreta a la producción de alimentos por manos puertorriqueñas. Porque ellas «Serán las dueñas de la tierra». Porque la tierra le pertenece a quienes la cuidan, protegen y la cultivan de forma responsable y sin destruirla. Porque la conservación es un estilo de vida», manifestó Colón López en declaraciones escritas, publicadas en el portal de FiTiCAS.
Un fideicomiso como FiTiCAS es una alternativa ante la realidad de que el esquema jurídico prevaleciente no protege al agricultor, y quien muchas veces se ve atrapado en altos costos de producción, afectado por zonificaciones que no se respetan y asfixiado por cánones que de repente no pueden pagar, indicó la presidenta de la Junta Fiduciaria de FiTiCAS, la profesora Érika Fontánez. Con este fideicomiso, las tierras en Puerto Rico se sacan de ‘la especulación de la venta de tierras y se destinan perpetuamente a fines agrícolas».
«Nuestro sistema legal no nos sirve bien para el propósito del que necesita la tierra», expresó Fontánez. «Tenemos que ser responsables no solo de hoy a mañana, sino de aquí a varias generaciones».
Las portavoces de FiTiCAS indicaron que ahora se encuentran estudiando la finca Las Perdices para ver su potencial y determinar qué pasos deben tomar para maximizar su uso agrícola, como pudiera ser crear infraestructura para «acceso sostenible» agua.
El FiTiCAS es un proyecto que ha generado interés en diversos sectores: ya unos 60 agricultores han solicitado información para sembrar las tierras de este fideicomiso comunitario, donde visualizan las concesiones a agricultores «lo antes posible», pero una vez se concluyan las evaluaciones pertinentes.
«La necesidad existe. Queremos ser responsables con la finca y con la gente», comentó Reyes.
Asimismo, además de agricultores que anhelan trabajar las tierras, hay dueños de fincas que ya han contactado a FiTiCAS para posibles donaciones en lugares como Utuado, Vega Baja y San Juan, pero aún están «en etapas de conversaciones».
Reyes y Fontánez explicaron que FiTiCAS es el tercer fideicomiso de su tipo en Puerto Rico.
Los otros son el que se creó recientemente para el desarrollo de Río Piedras, aún en desarrollo, y el del Caño Martín Peña, que ha sido muy exitoso.
En Estados Unidos y otras partes del mundo existen estos mecanismos, conocidos como «community land trusts» con fines agrícolas y otros, como vivienda, indicaron.
FiTiCAS no solo busca proteger fincas y ponerla en manos de agricultores, sino propiciar proyectos afines como la creación de cooperativas que atiendan las necesidades de quienes cultivan la tierra, establecer incubadoras agrícolas, la gestión comunitaria organizadas en rede a los proyectos agrícolas, entre otros.
Las portavoces de FiTiCAS emprenden su labor con el novel proyecto como un asunto de extrema importancia, que esperan transmitir a la ciudadanía.
«Estamos visualizando un proceso de educación ciudadana para que se vea (FiTiCAS) como una alternativa para que esos terrenos, mucha a veces heredados, sea puedan usar de otra manera, ajenos a la explotación, salvaguardando esa tierra y ponerla al servicio de la gente que la quiere trabajar», sostuvo Fontánez.
«Se nos va la vida. Proteger los suelos, los ecosistemas para generar los alimentos que llegan a la mesa es fundamental», dijo.
Si deseas más información puedes buscar datos aquí, pero si eres un agricultor que no tienes tierras para laborar, puedes solicitarlas al Fideicomiso llenando un breve formulario que se encuentra al final de su portal FiTiCAS, fideicomisoagricola.org.