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Amárilis Pagán Jiménez: 20 años de lucha en Proyecto Matria

02 de abril de 2024
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Por Valeria Alicea Guzmán

Cuando se piensa en la lucha por los derechos de las mujeres es inevitable asociarla con la erradicación de la violencia de género. Sin embargo, el trabajo por las mujeres significa luchar contra la unión de distintas opresiones. 

Para Amárilis Pagán Jiménez, quien por 20 años apoyó y acompañó a mujeres desde Proyecto Matria, la lucha feminista implica entender todas las interseccionalidades que fungen como barreras ante la equidad. 

«Trabajar con mujeres es trabajar con todos los derechos humanos a los que ellas deberían tener acceso. Y trabajar con todos los derechos humanos implica saber de economía, ciencia, del campo psicosocial, de comunicaciones. Fueron años de aprendizaje diario de disciplinas y materias que no necesariamente fueron parte de mi formación universitaria y que me permitieron ampliar totalmente mi visión sobre el trabajo de las mujeres y lo que necesitan para vivir en paz y desarrollarse plenamente en Puerto Rico», aseguró en entrevista con Microjuris. 

En 2004, un grupo de mujeres fundó Proyecto Matria con el fin de trabajar con sobrevivientes de violencia doméstica y buscar oportunidades para alcanzar la independencia en todos los ámbitos. 

La abogada catalogó sus años de servicio en Matria como una aventura que incluyó atravesar por la ira, frustración, alegría, solidaridad, esperanza y desesperanza. «Estamos uniendo mente y corazón lo que da como resultado son 20 años de aventura y crecimiento».

Uno de los aspectos que más le emociona y satisface a Pagán Jiménez es ver cuando mujeres que no sabían soñar porque se les había olvidado. Pasan por la vida escuchando que están limitadas a ocupar un cierto lugar en la familia o comunidad, que  es uno de servicio  y sin pensar en sí mismas. 

«Ver cuando una mujer despierta, decide soñar y empieza a caminar hacia su sueño esa es la cosa más maravillosa que puede presenciar una persona. Eso yo lo vi constantemente en estos 20 años de Proyecto Matria. Mujeres que entraban totalmente desesperanzadas sin saber que existe un mundo más allá de las cuatro paredes en las que estaban sufriendo violencia o en la que estaban sufriendo violencia para darse cuenta que hay un mundo de oportunidades para ellas», expresó.  

Ante las barreras

Proyecto Matria ha trabajado en comités gubernamentales, comunitarios, y con otras organizaciones. En Puerto Rico, existen barreras estructurales para las mujeres y, por esta razón, reconocen que el acompañamiento es importante porque los cambios se den. 

«No se trata de otra cosa que reconocer desde el nivel gubernamental y comunitario que las mujeres en Puerto Rico viven en una situación de desigualdad. Si no se reconoce eso como primer paso, no hay ninguna acción posterior que vaya a garantizar a las mujeres su pleno desarrollo humano», aseguró.  

Según la licenciada, cualquier persona que tenga la voluntad de laborar a favor de los derechos de las mujeres puede cumplir con el primer paso. 

«Porque las estadísticas están ahí. Las estadísticas de pobreza, la tasa de de participación laboral, los problemas de salud que enfrentan las mujeres. Están los problemas que enfrentan las cuidadoras sin paga en sus espacios familiares», detalló. 

Una vez se reconozcan estas situaciones de desigualdad la próxima tarea que restaría por hacer como país es un compromiso real con un acceso a los derechos humanos de las mujeres. 

«Es decir, crear programas de vivienda que reconozcan la realidad social y económica de las mujeres en Puerto Rico. Garantizar servicios de salud, no solo para las mujeres sino para las personas que están a cargo porque hay mujeres que se les va la vida y pierden la vida buscando servicios de salud para otras personas y no se cuidan a ellas mismas», mencionó. 

Además, resaltó que es necesario garantizar un sistema educativo que reconozca que las necesidades de las niñas y adolescentes son diferentes a las de los niños. Agregó que a nivel académico se debe hacer lo posible para que las mujeres tengan acceso a la misma calidad educativa y las mismas oportunidades. 

De igual manera, manifestó que es fundamental atender la seguridad alimentaria 

«Vi en el huracán María mujeres que llevaban días y semanas sin comer bien porque todo lo que llegaba a su casa se lo daban a sus hijos. Hay que trabajar con la seguridad alimentaria porque cuando hay momentos de crisis, pandemia y desastres las mujeres pasan hambre porque no hay un sistema de apoyo y seguridad alimentaria para que en ese momento las familias tengan acceso a alimentación saludable», señaló.

Para lograr un verdadero desarrollo económico, se debe implementar una perspectiva feminista que no se limite a crear programas empresariales o de autogestión. Pagán Jiménez afirmó que las mujeres puertorriqueñas lo que necesitan son empleos con condiciones y salarios dignos. 

«¿Por qué todo esto? Eso no meramente ayuda al desarrollo humano pleno de ellas para que sean felices porque las mujeres tienen derecho a ser felices y eso es una premisa revolucionaria. Más allá de tener derecho a ser felices y desarrollarse plenamente, las mujeres también cuando tienen su pleno desarrollo garantizado tienen mejores oportunidades de reconocer la violencia y de salir de situaciones de violencia cuando les toca», comunicó.

Otro aspecto que se tiene que considerar es el trabajo con los niños y hombres. La licenciada manifestó que no basta con que las mujeres se preparen, tengan acceso a la educación y mejores recursos. «Si del otro lado no se está haciendo nada para que la mentalidad patriarcal y machista que provoca todas las violencias, el acoso sexual, el discrimen en el empleo y la brecha salarial se resuelva», añadió.  

Pagán Jiménez pasó el batón de liderato de Proyecto Matria a Cristina Parés Alicea. Sin embargo, continuará en comunicación con la entidad para que mínimo ofrezca 20 años más de acompañamiento y lucha.

«Hay que mantener la llama viva. Cuando hablo de mantener la llama viva es mantener esa mirada alerta y esa capacidad de indignarnos cuando vemos esas injusticias en contra de las mujeres. También la capacidad de identificar las oportunidades dentro de los sistemas para adelantar esa agenda feminista que Matria tiene en su misión y visión», puntualizó. 

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