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El Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado federal aprobó el H.R. 359, la Ley para la Preservación del Fortín de San Gerónimo, que busca designar al Fortín de San Gerónimo del Boquerón como un área afiliada al Sistema de Parques Nacionales de los Estados Unidos.

La medida había sido previamente aprobada por la Cámara de Representantes federal y ahora estaría lista para su consideración en el Hemiciclo del Senado.

La designación de «área afiliada» haría al Fortín de San Gerónimo eligible para recibir asistencia técnica y financiera por parte del Servicio de Parques Nacionales de los Estados Unidos (NPS, por sus siglas en inglés), sin traspasar su titularidad al gobierno federal.

En la medida explícitamente identifica al Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) como la entidad de manejo, con quien el NPS estaría autorizado a entrar en acuerdos cooperativos para la preservación de la edificación.

La medida fue presentada por primera vez en el 2021, durante el Congreso 117, por la comisionada residente Jenniffer González Colón.

González Colón presentó por primera vez la medida—entonces con el número H.R. 2444—para designar al fortín cómo un área afiliada al Sistema de Parques Nacionales.

El proyecto fue llevado a vista pública por el Subcomité de Parques Nacionales, Bosques y Tierras Públicas, donde el NPS expresó su apoyo a la afiliación del fortín. La medida luego fue aprobada unánimemente por el Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes federal.

La comisionada volvió a presentar la medida este Congreso—bajo el número H.R. 359—y nuevamente fue aprobada unánimemente por el Comité de Recursos Naturales en mayo de 2023. En noviembre de 2023, fue aprobada por la Cámara de Representantes federal. En mayo de 2024, el Subcomité de Parques Nacionales del Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado incluyó al H.R. 359 en una vista pública, donde el NPS reiteró su apoyo a la afiliación.

Según ha descrito el ICP, el Fortín de San Gerónimo del Boquerón se terminó de construir en 1796 y es la última fortificación de línea de flotación en su estado original de las Américas y propiedad más amenazada dentro del patrimonio militar de San Juan, en especial tras el impacto del huracán María.

El fortín jugó un papel protagónico en la historia de la ciudad capital y de Puerto Rico, incluyendo durante el ataque británico en el 1797 liderado por Sir Ralph Abercromby. Esa batalla fue el último ataque a Puerto Rico por parte de una potencia mayor europea. Abercromby más tarde escribió que el Fortín de San Gerónimo y el Fortín de San Antonio eran "ambos muy fuertes, tanto por naturaleza como por construcción" y que los fuertes hubiesen podido resistir diez veces más fuego del que él tenía disponible.