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Un abogado puertorriqueño criado entre San Juan y Bayamón tendrá desde este junio una oportunidad única, cuando se convierta en oficial jurídico del Tribunal Supremo de Estados Unidos, para laborar junto a la también puertorriqueña Sonia Sotomayor.
«Verdaderamente es un honor», dijo el abogado de 33 años César A. López Morales.
«Esto es sumamente especial. No solo es la primera jueza hispana, sino que al ser puertorriqueña es un modelo que uno siempre tiene como abogado puertorriqueño, y la oportunidad de comenzar un año como oficial jurídico de la jueza es algo que valoro muchísimo».
López Morales tiene un bachillerato en política Internacional de la Universidad de Georgetown y su grado en derecho es de la Escuela de Derecho de Boston University. Actualmente, ya trabajaba en Washington DC, en el área de práctica apelativa, en el bufete Orrick Herrington & Sutcliffe.
Asimismo, ha escrito artículos en revistas jurídicas, como en la revista de derechos humanos de la Universidad de Columbia sobre las fallas constitucionales detrás de la polémica y racista doctrina de casos insulares: Making the Constitutional Case for Decolonization: Reclaiming the Original Meaning of the Territory Clause.
Ya ha tenido la oportunidad previa de trabajar con varios jueces, de los que se expresó muy agradecido, -en Puerto Rico con el juez Jay García Gregory, con la jueza Rosemary Collyer, del distrito de Columbia, fue interno en el Primer Circuito del fallecido Juan R. Torruella, y también con el juez José A. Cabranes del Tribunal de Apelaciones para el Segundo Circuito, del Segundo- y ahora en junio comenzaría en el Supremo federal, oportunidad que han tenido muy pocos puertorriqueños, recordando el licenciado López Morales a la hoy profesora Christina D. Ponsa Kraus.
«Como me interesa mucho el litigio apelativo, lo veo como una oportunidad de aprendizaje, de conocer, uno sabe desde afuera como es el tribunal, pero esto me da la oportunidad de crecer, desarrollarme como abogado, y a nivel personal no somos muchos los que hemos tenido oportunidad de ser oficiales jurídicos en el Supremo, más por ser hispano y con la jueza Sotomayor. Lo veo como una oportunidad de ser mentor y ejemplo de estudiantes hispanos, ya lo hago a través de organizaciones«, sostuvo el abogado.
López Morales, quien no descarta en el futuro laborar en la academia, pero que lo que más le interesa es continuar la práctica apelativa y quizás comparecer ante el propio Supremo, relató que se encontraba en misa recientemente cuando lo llamaron a su celular para informarle que había obtenido la oportunidad de ser oficial jurídico.
«Me sorprendió. Ella había mencionado que iba a notificar a todos los candidatos este fin de semana y había mencionado que al concluir el proceso nos iba a llamar», dijo López Morales. «Obviamente tenía la esperanza de que me seleccionara».
Fue seleccionado luego que la propia jueza Sotomayor se reuniera con él.
«La experiencia fue bien positiva, fue bien sustantiva. Hablamos de opiniones, de casos, tanto con los oficiales jurídicos como con la jueza. Ver como es el proceso de análisis crítico, análisis legal, mi conocimiento de casos importantes, y demostrar habilidades de pensamiento legal, y uno habla de su estilo de trabajo, mi «background» (trasfondo). Fue mayormente sustantivo».
Finalmente, el abogado resaltó el apoyo que ha recibido de varias personas claves en su vida, como su esposa, la doctora puertorriqueña Dra. Viviana Álvarez, sus padres César López y Rosa Morales, ella ya fallecida, y el de su hermano Gabriel López.
«A ellos les debo parte de este logro. Es tanto de ellos como mío», mencionó.