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Un gran jurado federal encontró causa para acusar al caricaturista Jayme Gordon el pasado 16 de diciembre. El hombre enfrenta siete cargos por fraude y perjurio relacionados a una demanda que presentara en 2011 en contra de la compañía DreamWorks Animation.
En la demanda original, presentada en 2011, Gordon alegó que DreamWorks Animation basó su famosa animación de Kung Fu Panda en sus bocetos de Kung Fu Panda Power, que alegó había sometido a DreamWorks varios años antes. Luego, en medio del litigio en 2013, este retiró la demanda luego de que los abogados de la compañía le confrontaran con evidencia de que este había trazado los dibujos de un libro de la animación de Disney Lion King publicada en 1996.
Según la información publicada por la página Cartoon Brew, en 1999 y 2000 el hombre registró cientos de páginas de material en la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos, incluyendo una serie de dibujos e historias tituladas Jamie GORDON’s Panda Power. Este material relataba la historia de un panda gigante llamado Kid y un panda pequeño llamado Red.
La acusación sostiene que Gordon vio un adelanto de la película Kung Fu Panda en el 2008. Al verla, este solicitó una revisión de sus dibujos registrados en la Oficina de Derechos de Autor y les cambió el nombre a Kung Fu Panda Power antes de que la película estuviera disponible en cines. Las revisiones que este solicitó incluyeron modificar el panda más grande, quitándole un medallón y máscara que portaba y mostrándolo con un cinturón y pantalones cortos. Este además modificó las ilustraciones del panda pequeño para que este luciera mayor. Según la acusación, estas modificaciones se realizaron para que sus personajes se parecieran a Po y Master Shifu, protagonistas de Kung Fu Panda. Además, se alteraron las personalidades de los personajes de acuerdo a la película.
Luego en el 2011, Gordon presentó una demanda por violación de derechos de autor en el Tribunal de Distrito de Massachussets. Para julio de ese mismo año, los abogados de Gordon enviaron una oferta a DreamWorks para que transigieran por 12 millones y la mitad de las regalías en todas las ventas de Kung Fu Panda. No obstante, durante el descubrimiento de prueba, los abogados de la parte contraria revelaron evidencia de que el 10 de abril de 2012, Gordon había borrado archivos de su computadora relacionados con evidencia material del caso mediante un programa diseñado para esto. Un testigo experto de la compañía testificó además que las ilustraciones de los pandas de Gordon no eran originales suyas, sino de un libro de colorear publicado por Disney en el 1996. De esta forma alegaron que Gordon había alterado las fechas en que se hicieron los dibujos para fortalecer su caso.
La Unidad de Crímenes Cibernéticos de la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos en Boston es quien llevó el caso, alegando que cuando los abogados enviaron cuatro correos electrónicos en representación de Gordon solicitando descubrimiento de prueba y una solicitud de transacción utilizaron los medios interestatales de comercio para un propósito ilícito.
"Nuestras leyes de propiedad intelectual están diseñadas para proteger a los artistas creativos, no para defraudarlos. La utilización incorrecta de litigación civil como parte de un esquema de fraude y el mentir bajo juramento, como se alega en este caso, perjudica nuestro sistema judicial federal y debe atenderse con las sanciones criminales apropiadas", expresó la fiscal Carmen Ortiz.