Por Valeria Alicea Guzmán

¿Te interesa lanzar un proyecto sin fines de lucro? ¿Una de tus preocupaciones es que no sea una oportunidad rentable para ti como fundador o fundadora? Las licenciadas Darissa Hernández Egúrbida y Keila Díaz Morales conversaron sobre cuáles son los beneficios y cómo hacer el proyecto uno rentable para los fundadores y el equipo de trabajo.

En el podcast Negocios con Alma, Hernández Egúrbida destacó que el primer paso para planificar el proyecto es identificar el propósito. Aunque muchas personas creen que buscar la idea de negocio es el inicio de la planificación, el propósito es necesario para determinar si deseas un proyecto con o sin fines de lucro.

«Desde diciembre de 2015, en este país, hay una figura intermedia. Que nos permite no irnos totalmente a con fines de lucro, pero tampoco ser totalmente una sin fines de lucro. Son las Corporaciones de Beneficio Social y las Compañías de Responsabilidad Limitada con Fin Social», comentó la licenciada.

La abogada también mencionó que es importante conocer que la esencia de la incorporación es la separación del dueño y la entidad. Por su parte, la licenciada Díaz Morales compartió como ejemplo que, cuando te incorporas, uno de los retos es asignarte un salario.

Por lo tanto, para Hernández Egúrbida es necesario aceptar que los bolsillos, tanto del negocio como el personal, no son los mismos. Con relación a las organizaciones sin fines de lucro, indicó que la entidad no tiene dueños. «Sus fundadores no son dueños».

«En tantas ocasiones, una sin fines de lucro se vuelve un brazo facilitador del gobierno. En la mayoría de los casos, la filosofía es que si esos proyectos no existieran para el mejoramiento y atender los problemas de la sociedad y las personas el gobierno tendría que hacerse cargo de esos problemas. Es una carga que le quitamos nosotros cuando tomamos en nuestras propias manos el deseo de aportar ese valor y ayudar a la sociedad atendiendo esas necesidades y servicios de valor que de otro modo caerían bajo el gobierno», agregó.

Otro ejemplo que compartieron es que el gobierno destina subvenciones para las entidades sin fines de lucro. Las entidades deben estar bien organizadas para recibir y tener acceso a fondos. Sin embargo, hay que comprender que «tú no eres dueño de eso».

«Es una cuestión puramente legal, pero tienes que entenderlo porque si no la entidad al final del día no va a prosperar», aseguró Hernández Egurbida.

Ahora bien, ¿qué sucede si la persona fundadora de la entidad muere?

-«No pasa nada».

Según la licenciada Hernandez Egúrbida, las entidades sin fines de lucro no emiten acciones de capital.

Otro aspecto que resaltó la licenciada es que el incorporador o fundador es la persona que se encarga de establecer los estatutos corporativos y establecer la junta de directores.

De igual forma, reiteró que los criterios que se evalúan para asignar el salario va a depender de la preparación, credenciales y trabajo que realizará la persona. Destacó que puede ser un salario competitivo considerando lo que se ganaría si labora para una entidad con fines de lucro. No obstante, todo va a depender de los fondos que se tengan disponibles.

«No es que te vas a hacer millonario. Quien quiera hacerse millonario, muy bien. No hay problema con que se quiera acceder a esa abundancia genuinamente y trabajando con mucho esmero, pero no va a hacer bajo una sin fines de lucro», apuntó la licenciada Hernández Egúrbida.