La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, anunció que el Congreso votará por H. R. 3755, que protegería mediante ley federal la capacidad de una persona gestante para determinar si desea continuar o interrumpir un embarazo, y proteger la capacidad de un proveedor de salud para prestar servicios de aborto.

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Pelosi planteó en Twitter que el Congreso votará por el proyecto de la representante Judy Chu cuando vuelva a sesionar el 20 de septiembre.

The Court’s cowardly decision to uphold a flagrantly unconstitutional assault on women’s rights and health is staggering. The House will bring up Congresswoman Judy Chu’s Women’s Health Protection Act to enshrine into law reproductive health care for all women across America.

— Nancy Pelosi (@SpeakerPelosi) September 2, 2021

La medida de la autoría de Chu cuenta con el apoyo de 192 congresistas adicionales.

Si se convierte en ley, la medida será conocida como la «Ley de Protección de la Salud de la Mujer de 2021«.

La medida recuerda que desde 1973, el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha reconocido repetidamente el derecho constitucional a interrumpir un embarazo antes de la viabilidad fetal, y a interrumpir un embarazo después de la viabilidad fetal cuando sea necesario, según el juicio médico de buena fe del profesional sanitario que lo trate, para preservar la vida o la salud de la persona que está embarazada.

Los términos «mujer» y «mujeres» se utilizan en este proyecto de ley para reflejar la identidad de la mayoría de las personas afectadas por las restricciones a los servicios de aborto, y para abordar directamente las restricciones al aborto.

«Esta ley pretende proteger a todas las personas con capacidad de quedar embarazadas -mujeres cisgénero, hombres transgénero, individuos no binarios, aquellos que se identifican con un género diferente, y otros- que se ven injustamente perjudicados por las restricciones a los servicios de aborto», plantea la medida.

Desde el 2011, según plantea el proyecto, los estados y los gobiernos locales han aprobado cerca de 500 medida que restringen los servicios de proveedores de servicios de salud que ofrecen servicios de aborto.

La determinación de atender la medida surge luego que el Tribunal Supremo de Estados Unidos (TSEU) se negó a revisar la nueva Ley de Abortos de Texas, que prohíbe los abortos después de las seis semanas.

El juez presidente John Roberts, que estuvo en desacuerdo con la negativa de la mayoría, aclaró en su expresión disidente que no se puede interpretar que la corte está declarando la constitucionalidad de la ley.

Supremo no revisará (por el momento) nueva ley de abortos