Por Lcdo. Alex S. Valentín Lugo

Muchas veces como aspirantes nos enfocamos tanto en leer todo el material decenas de veces para que así lo podamos aprender, podamos ir a tomar la reválida, y obtener la puntuación necesaria para aprobarla, pero ¿de qué vale leer todo el material decenas de veces si con solo un «y si lo que contesto no es?»,  «¿echamos todo por la borda?». 

Usted puede estar listo o lista para ir a tomar el examen el día y a la hora asignada, se sienta en su lugar y el alguacil le entrega las instrucciones y la hoja o la libreta para contestar.

Tienen todo lo necesario para comenzar a contestar las preguntas, incluyendo el conocimiento del derecho. Sin embargo, con una sola vez que su mente les diga: «lo que estas contestando creo que no es»... en ese momento comienzan a cambiar contestaciones, borrar y a escribir un derecho distinto al que habían comenzado a redactar. Ahí en ese momento pudieron haberse convertido en su mayor enemigo.

No importa si es la primera, segunda, tercera o sexta que van a ir a sentarse y tomar la reválida, deben ir con el pensamiento positivo.

Ustedes se han preparado por meses para este momento, no deben dudar de su inteligencia y del esfuerzo que se ha realizado para poder sentarse ese día junto a cientos de compañeros que están pasando por lo mismo. Si estudiaron, y se prepararon bien para tomar el examen no tienen que preocuparse por que contesten erróneamente.

Cuando seleccionen una contestación no cambien de alternativa, excepto que sea más que obvio que la seleccionada está errónea. Si han contestado algo fue por una razón, esa razón es que estudiaron y saben que esa era la contestación correcta en derecho.

Si tienen dudas de que pueda ser otra la contestación y no están seguros ¡¡NO CAMBIEN LA CONTESTACIÓN!!

Por otro lado, luego de salir del examen no se pueden poner a conversar con sus compañeros las preguntas y lo que contestaron, mejor espere a que culmine la reválida y cuando llegue a su habitación puede revisar sus repasos. Si usted llegó a cambiar una contestación, cuando revise se darán cuenta que esa primera opción era la correcta. No permita que usted se convierta en su mayor enemigo a la hora de contestar la reválida. Confíe en lo que estudió y en lo que su mente desarrolla a la hora de contestar. 

En conclusión, deje los pensamientos negativos en su casa y vaya con pensamientos positivos a tomar esa reválida. Usted estudió, se esforzó para llegar ahí, se sabe el material y va a aprobar la reválida. Repita constante mente esas frases, confíe en usted y sobre todo NO CAMBIE LA CONTESTACIÓN.

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