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Descarga el documento: Glebe v. Frost
Decidido: 17 de noviembre de 2014
Joshua Frost ayudó a otras dos personas a realizar robos a mano armada por once días en el estado de Washington. Los ayudaba llevándolo a las casas y prestando vigilancia, por si la policía llegaba. El abogado de Frost levantó como defensa: (1) que el estado no probó que Frost era cómplice y (2) que Frost actuó bajo la amenaza, violencia e intimidación de las otras dos personas. El juez del Tribunal de Distrito estatal indicó que la ley estatal no permitía que una parte arguyera que no se cumplió con un elemento del delito y levantar la defensa de violencia e intimidación de manera simultánea. El abogado procedió a sostener la defensa de violencia e intimidación. El jurado encontró a Frost culpable de tres delitos.
El Tribunal Supremo del estado de Washington sostuvo la convicción del Sr. Frost, pero revocó al Tribunal de Distrito con relación a que no se podían levantar simultáneamente las defensas que utilizó el abogado en el juicio. Determinó que esto fue una violación al debido proceso y al derecho de asistencia a abogado. Por otro lado, aunque se le impidió al abogado utilizar los argumentos simultáneamente, dicha acción no constituía un error estructural y sólo era un error inocuo. Los delitos se probaron más allá de toda duda razonable.
La defensa del Sr. Frost acudió al Tribunal de Distrito Federal y solicitó un habeas corpus pero se lo denegaron. No obstante, el Tribunal de Apelaciones para el Noveno Circuito revocó y ordenó al Tribunal de Distrito otorgar el remedio extraordinario.
El Tribunal Supremo federal, per curiam, revocó al Tribunal de Apelaciones. Reiteró que según el "Antiterrorism and Effective Death Penalty Act" del 1996 (AEDPA), los tribunales federales sólo pueden expedir habeas corpus si: (1) la decisión era una aplicación contraria o irrazonable de clara legislación interpretada por el Tribunal Supremo federal y (2) una determinación irrazonable de los hechos, a la luz de la evidencia presentada. Manifestó que el impedir la argumentación final de un abogado de defensa sí es un error estructural. Pero el Supremo federal todavía no ha determinado que se configura un error estructural en Derecho cuando se le impide a un abogado levantar, simultáneamente, las siguientes dos defensas en su argumentación final: la de violencia e intimidación y que el estado no probó todos los elementos del delito.
Reseña por Joel Pizá Batiz