Nota de la editora: ¿quieres estar al día con lo que sucede en los tribunales de Puerto Rico? Te invitamos a registrarte en nuestro boletín.

Por Daniel Rivera Vargas

El presidente Joe Biden tendrá la oportunidad de hacer un nombramiento judicial con injerencia en los asuntos de Puerto Rico, pero por disposición de ley tiene que ser del estado de Maine

Uno de los jueces del Tribunal de Apelaciones para el Primer Circuito, en Boston, William J. Kayatta, le envió una carta al presidente Biden en la que anunciaba que se acogería a los beneficios de ser juez o jueza senior.

Los jueces seniors continúan abordando casos, aunque con una carga de trabajo menor en comparación con los demás miembros de la judicatura federal. Esta circunstancia facilita la designación de un nuevo magistrado para reforzar este órgano judicial.

«Es mi intención seguir prestando servicio sustancial judicial como juez senior. Es y continuará siendo un honor servir a mi país como un funcionario del tribunal», expresó la misiva del juez Kayatta del 15 de junio.

A pesar de que la carta indica que se retiraría el 31 de octubre de 2024, «o hasta que se conforme y jure mi sucesor», la vacante es solo una de las 31 que se han generado oficialmente en el portal de la judicatura federal desde esa fecha.

El primer circuito cuenta actualmente con únicamente seis plazas ocupadas por jueces en activo. El último magistrado en ser juramentado en este foro fue el entonces presidente del tribunal de Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico, Gustavo Gelpí, quien asumió en reemplazo del fallecido Juan R. Torruella.

Además de Puerto Rico, los otros territorios en la esfera de este circuito son Maine, Rhode Island, New Hampshire y Massachusetts.

 El juez Gustavo A. Gelpí explicó a Microjuris que «la persona nominada para el asiento tiene que ser residente de Maine. La ley específicamente requiere que haya un juez de cada uno de los distritos, así que Maine no se puede quedar afuera».

El profesor Fernando Moreno Orama, decano de la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica, discutió las características que debe tener ese nuevo juez o jueza.

«Cualquier buen juez del apelativo debe saber trabajar en equipo, idealmente debe tener experiencia de abogado litigante o de juez de distrito, para que domine las reglas de evidencia y el manejo del juicio», sostuvo Moreno Orama.

Añadió que el nominado o nominada probablemente tenga excelentes credenciales académicas, y pudiese ser que sea un juez o jueza de distrito, por lo que se trataría de un ascenso, como fue el caso de Gelpí.

Por el estilo de nombramientos de Biden, que ha pregonado que aspira a una judicatura diversa, pudiera tratarse de alguien que de alguna manera representa sectores minoritarios, como hispanos, negros y mujeres.

Moreno Orama agregó que espera que Biden haga un nombramiento pronto, de manera que continue promoviendo equidad y ayude a crear algo de balance con los nombramientos judiciales del expresidente Donald Trump.

El profesor de derecho constitucional de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana, Carlos Ramos, coincidió elaboró que hay que estar consciente que hay un elemento político detrás de nombramientos judiciales.

«Recuerda que hay senadores de los estados representados buscando influir en esa plaza incluyendo Rhode Island de donde vine Kayatta», sostuvo.

Actualmente hay una vacante en el alto foro local, la que ocupaba la jueza Anabelle Rodríguez, pero todavía no ha sido llenada.