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Bajo la sección de Tipos de Discriminación, las leyes y regulaciones del United States Equal Employment Opportunity Commission define legalmente el acoso sexual como:
It is unlawful to harass a person (an applicant or employee) because of that person’s sex. Harassment can include "sexual harassment" or unwelcome sexual advances, requests for sexual favors, and other verbal or physical harassment of a sexual nature. Harassment does not have to be of a sexual nature, however, and can include offensive remarks about a person’s sex.Both victim and the harasser can be either a woman or a man, and the victim and harasser can be the same sex.
Además, a pesar de que la ley no prohíbe las burlas, comentarios fuera de lugar o incidentes aislados que no sean muy serios, sí es ilegal y constituye acoso cuando el incidente es tan severo o tan frecuente que crea un ambiente hostil u ofensivo en el trabajo que por su parte resulta en una decisión adversa del empleo, como el despido de un empleado. Por ejemplo, en el 2011, una empleada de Aaron’s Rent-To-Own ganó $40,000,000 luego de llevar a corte un caso de acoso sexual en el cual un co-empleado luego de acosarla por más de un año con comentarios fuera de lugar, le dio en la cabeza con su pene. Otro ejemplo es el caso de Rena Weeks v Baker & McKenzie. En el 1994, un jurado premió a la secretaria de Baker & Mckenzie, Rena Weeks, con la suma de $7.1 millones luego de que ella acusó a su jefe, Martin Greenstein, de acoso. Este caso ha sido una de las victorias más extraordinarias para una persona dentro de lo que es un caso de acoso sexual.
En el 1988, después de una extensa batalla de parte de un grupo de mineras en Minnesota, quienes soportaron un ambiente hostil plagado de insultos, comentarios fuera de lugar y ataques físicos, se estableció un precedente legal cuando la compañía minera Eveleth Mines perdió el caso de acoso sexual en el empleo conocido como Jenson v. Eveleth Taconite Inc. Esta fue la primera acción de clase de acoso sexual en los Estados Unidos.
El drama judicial North Country (2005) —basado en el caso Jenson v. Eveleth— narra la victoria extraordinaria de Josey Aimes, una minera que demanda a Eveleth Mines por negligencia al no proteger a sus empleadas luego de que estas fueran acosadas sexualmente en el trabajo: los mineros escribían con excremento en las paredes obscenidades sobre las mujeres, las insultaban, las tocaban de manera impropia y, en algunos casos, las violaban. La película —dirigida por Niki Caro y protagonizada por Charlize Theron y Jeremy Renner— detalla el desarrollo del caso y cómo las otras empleadas que trabajaban con Aimes al final se unieron a la causa y ayudaron a consolidar la demanda colectiva necesaria –compuesta de por lo menos 3 casos, incluyendo el de la propia Aimes- para establecer un precedente de protección contra acoso sexual para todas las trabajadoras por venir.
por Héctor Meléndez Franco