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El divorcio: ¿Qué sucede con la hipoteca y el hogar seguro?

29 de mayo de 2023
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Por Valeria Alicea Guzmán

La licenciada Carla Marrero Bishop indicó que el ordenamiento jurídico en Puerto Rico ofrece una protección conocida como el Derecho a un Hogar Seguro, que es el derecho a permanecer en la vivienda familiar que era el hogar principal del matrimonio antes del divorcio.

«Es decir, el derecho a hogar seguro impide que se venda el hogar familiar cuando un matrimonio decide divorciarse. Una vez se concede esta protección, se retira el inmueble de la liquidación de los bienes del matrimonio», explicó en entrevista con Microjuris.

La abogada aclaró que, como el derecho es rogado, la persona debe solicitar esta protección ante el tribunal.

«El Código Civil indica que el derecho a Hogar Seguro puede ser solicitado por uno de los excónyuges o cualquier hijo que este bajo su patria potestad. Por lo general, la persona que mantendrá la custodia de los menores puede solicitar el derecho a permanecer en la vivienda que constituye hogar principal para que los hijos menores de edad puedan tener un techo seguro donde vivir», sostuvo.

Una vez el tribunal tiene ante sí la solicitud debe considerar varios criterios que establece el Código Civil de 2020.

«El tribunal evalúa a qué acuerdos han llegado los excónyuges sobre el uso de esa vivienda, quién mantiene la custodia de los hijos menores, si la persona que solicita el hogar seguro mantiene patria potestad prorrogada o la tutela de algún hijo con impedimentos físicos», informó.

Asimismo, Marrero Bishop detalló otros aspectos que considera el tribunal como, por ejemplo, si los hijos e hijas mayores de edad, pero menores de 25 años, estudian y viven en ese hogar; si la vivienda familiar es el único inmueble, que cumple con el propósito de hogar seguro; la situación personal y la edad de la persona que lo solicita, entre otros.

Ahora bien, ¿qué elementos se deben considerar a la hora de un divorcio con relación a las hipotecas?

Entre los aspectos que se deben tener en cuenta, la licenciada resaltó que es importante considerar el régimen económico matrimonial. Es decir, se debe conocer si el matrimonio hizo capitulaciones y separó completamente sus bienes, o si, por el contrario, existía una sociedad de gananciales.

«Otro aspecto es si esa hipoteca fue adquirida antes contraer matrimonio por uno de los cónyuges, aunque hubiese una sociedad de gananciales. En este último caso, la hipoteca viene siendo privativa de quién la adquirió antes de contraer matrimonio», compartió.

Por otro lado, manifestó que, en caso de que existiera una sociedad de gananciales y la hipoteca no fuera privativa de uno de los cónyuges, la hipoteca formaría parte de la liquidación de la sociedad de gananciales cuando ocurra el divorcio. Además, contó que, en este contexto, ambos cónyuges son responsables de esa deuda hipotecaria.

«Generalmente la división de bienes gananciales es por partes iguales, 50 y 50, por lo que esa deuda de la hipoteca entraría a la división y cada excónyuge aportaría la mitad para saldarla. A menos que, como mencionamos anteriormente, exista un derecho a hogar seguro, entonces sacamos esa vivienda de la liquidación y el tribunal o los excónyuges llegan a un acuerdo de quién o cómo se continúa pagando la hipoteca mientras exista el derecho a hogar seguro", agregó.

Ideas erróneas sobre las hipotecas y el divorcio

En un proceso de divorcio, según la abogada, el manejo de las hipotecas en una liquidación de bienes puede llegar a ser una tarea complicada. Las ideas erróneas sobre las obligaciones y derechos con relación a las hipotecas pueden complicar el proceso. Por tanto, a continuación, algunos mitos que compartió Marrero Bishop.

Quien vive en la propiedad es quien paga.

«Si la hipoteca era ganancial puede existir el conflicto de quién continuará con el pago de esa deuda hipotecaria una vez se divorcien. En muchas ocasiones existe la idea de que quien se quede viviendo el inmueble objeto de la hipoteca es quien debe pagarla», comentó.

Sin embargo, resaltó que se debe considerar que, si la hipoteca es ganancial, ambos excónyuges continúan con la obligación de cumplir con el pago de esa deuda por partes iguales.  «Aunque ambos excónyuges lleguen a un acuerdo de quién pagará la hipoteca, si la misma es ganancial, el banco puede exigirle a cualquier de los dos el pago de la misma».

Si el matrimonio se disuelve, debe vender el inmueble para salir de la hipoteca.

«No necesariamente se tiene que vender el bien inmueble. En muchas ocasiones se llegan a acuerdos como que uno de los dos excónyuges se queda con el inmueble objeto de hipoteca y le da la parte que le corresponde al otro», expresó.

Importancia de las capitulaciones matrimoniales

Para la abogada, las capitulaciones matrimoniales son una forma de proteger los bienes de cada uno de los cónyuges o futuros cónyuges. Explicó que, en el contexto de este artículo, son importantes porque establecen una separación de los bienes de cada parte.

«En el caso de las hipotecas, habría que identificar qué se estableció en ese contrato de capitulaciones. Si, por ejemplo, se estableció una completa separación de bienes habría que identificar quién adquirió esa hipoteca porque esa sería la persona que tendría la responsabilidad de la misma. De lo contrario, lo que este establecido en cuanto a la hipoteca en las capitulaciones es lo que prevalecerá como el acuerdo a ejecutarse durante el proceso de divorcio», aseguró.

Asimismo, Marrero Bishop aconsejó a las personas que están pasando por un proceso similar a buscar ayuda legal. «Siempre es buena idea contar con un abogado o abogada que lo asesore en cuanto a sus derechos en un proceso de divorcio», afirmó.

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