Por Daniel Rivera Vargas

El profesor de derecho de la Universidad George Mason, Ilya Somin, entiende que el futuro del presidente Donald J. Trump depende en parte en lo que el líder del Senado, Mitch McConnell, decida que es mejor para el Partido Republicano.

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Ahora que la Cámara de Representantes de Estados Unidos votó a favor del residenciamiento impeachment, como se esperaba por este cuerpo legislativo estar dominado por el Partido Demócrata, el juicio político contra el presidente número 45 de Estados Unidos llegará al Senado de Estados Unidos, y tras un posible desfile de prueba en este cuerpo, actualmente controlado por los republicanos, se necesitarán 67 de los 100 senadores para encontrar que Trump debe ser destituido.

Entonces, podrán votar para inhabilitar permanentemente al presidente Trump de tener un cargo público en el futuro.

«La pregunta interesante es cuando lleguemos al Senado. ¿Cuántos senadores se moverán a condenar al presidente? Cuatro o cinco han hecho ruido. Hay que ver qué va a decidir el portavoz McConnell, que podría con su posición mover a más senadores. Ahora mismo es impredecible. No sé, en este momento diría que hay un 50/50 de posibilidades. Todo depende de lo que Mitch McConnell entienda es mejor para el Partido Republicano», explicó Somin a Microjuris.com.

Y es que, por un lado, Trump tiene una ferviente base de seguidores, aunque Somin entiende que esta se está achicando, mientras que por el otro «en este momento básicamente es odiado por el resto de las personas».

Parte del debate en Washington es que un juicio al presidente Trump, aún a días de su salida del poder, envía un importante mensaje a sus sucesores.

O sea, que futuros presidentes comprendan que el tipo de acciones en las que incurrió el saliente mandatario no deben volver a ocurrir, sostuvo el profesor.

Aunque hay poco tiempo para que un juicio político en el Senado termine, antes de que comience la administración Biden.

El presidente Trump podría ser residenciado, según el profesor, aún después de dejar el cargo, porque aún cuando ya no sea presidente, podría ser sacado por siempre de posiciones públicas.

Precedentes

Hay precedentes, siendo el más relevante el de 1876, cuando el secretario de Guerra del presidente Ulises Grant, William Belknap, fue residenciado luego de que presentó su renuncia, dijo Somin.

Aclaró el profesor que el poder presidencial de emitir indultos no incluye residenciamientos, aunque aclaró que no le está claro tampoco que Trump pueda autoperdonarse de posibles de acusaciones criminales futuras en su contra.

Las implicaciones para el 2022 o 2024 aún son inciertas, dijo Somin, y eso es en parte lo que mantiene a los republicanos «on the fence» (a ambos lados de la verja).

«Es muy temprano para saber», agregó.

Somin entiende que lo que le conviene a los republicanos es buscar ser un partido más inclusivo, y que repudie políticas apoyadas por el actual presidente, como sus políticas contra las minorías y su postura antidemocrática de no aceptar claramente un resultado electoral.

«Mi esperanza es que decidan salir de Trump», puntualizó el catedrático.

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