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Por: Lcda. Lisandra Rodríguez Moreno (Estudio Legal Rodríguez Moreno)
Luego del paso del Huracán María fueron miles de personas las que se vieron afectadas y que estuvieron luchando todos los días para recuperarse. Además de las personas afectadas no debemos olvidar que de igual forma hubo miles de animales afectados a consecuencia del fenómeno atmosférico. Como medida de preparación, los albergues se prepararon para refugiar animales y miles de familias incluyeron a sus mascotas en sus planes de contingencia. Lamentablemente, el golpe de María fue tan duro que en ese entonces quedó una gran cantidad de animales desamparados.
Luego del paso de María hubo personas que abandonaron sus mascotas por diversas razones. Muchas personas perdieron sus propiedades y otras decidieron trasladarse fuera de la Isla. Ante las injusticias que algunas personas cometen contra los animales, debemos conocer que existe la Ley para el Bienestar y la Protección de los Animales, Ley 154 del 4 de agosto de 2008.
Esta ley recalca la gran responsabilidad que conlleva tener bajo su cuidado una mascota. Los dueños de una mascota no pueden olvidar que tienen unas obligaciones mínimas, como: (1) alimentarlo adecuadamente – el animal tiene que tener un alimento apropiado, de calidad y no expirado; (2) darle acceso a agua potable en una cantidad apropiada para el animal; (3) el agua de tomar debe ser limpia y los envases también, no puede ser agua estancada; (4) brindarle acceso a un lugar adecuado para protegerlo del mal tiempo; (5) tener un lugar para que el animal duerma que lo proteja del calor excesivo, frio y humedad; (6) no se le debe limitar el movimiento – no se puede amarrar o encerrar un animal causándole sufrimiento innecesario; (7) proveerle un cuidado veterinario – el animal debe estar vacunado y se le debe dar cuidado preventivo.
El maltrato hacia los animales es un delito bajo esta ley. Si el maltrato es uno intencional o le causa grave daños al animal, el castigo puede ser severo. Al momento de evaluar un maltrato reportado hacia un animal, el investigador del caso evaluará los agravantes del caso; a modo de ejemplo, se investigará si la persona tiene delitos previos contra animales, de violencia domestica o de maltrato a menores.
La Ley para el Bienestar y la Protección de los Animales incluye como delito menos grave el incumplir con las medidas de cuidado mínimo. Las penas son: una multa máxima de $5,000, reclusión en cárcel por un máximo de hasta 6 meses, o ambas.
Por otro lado, si la negligencia le causa lesiones físicas a un animal, las penas aumentan. La penalidad puede llevar cumplir cárcel por un máximo de 3 años, multa hasta un máximo de hasta $3,000, probatorias o servicios comunitarios por un periodo de tiempo. Las penas pueden aumentar hasta multas de $10,000 y reclusión hasta un máximo de 8 años, si la negligencia incurrida es intencional y es reincidente. Estas penas aplican cuando se le causa daño físico a un animal aunque el animal no sea suyo.
La Ley para el Bienestar y la Protección de los Animales incluye como delito abandonar a un animal, ya sea en una propiedad o en la calle. Además, es ilegal la venta de animales en lugares públicos. Antes era muy común ver ventas de animales a orillas de la carretera. Esto ya no está permitido bajo la ley. La Ley también prohíbe las peleas de todo tipo de animales, con excepción de los gallos; la práctica de peleas de gallo está regulada bajo otra ley.
¿Qué podemos hacer si vemos un maltrato hacia un animal? Si usted ve un maltrato hacía un animal, puede acudir a la Policía, tanto estatal como municipal, para denunciarlo. Si el animal necesita un tratamiento veterinario, se debe documentar el mismo para tener evidencia del tratamiento que tuvo que recibir el animal.
En estos momentos tan difíciles sabemos que las agencias gubernamentales están abacoradas con situaciones que atender, pero los animales no pueden quedar en el olvido. Ellos tienen derecho a un trato digno y únicamente con nuestras denuncias es que se puede hacer algo, ya que ellos no pueden expresarse por si mismos.
Existen miles de personas con mucho compromiso con las causas de los animales y hemos visto como muchas de ellas se han desbordado ayudando a rescatar animales. Los movimientos de rescate animal dan esperanza a nuestro país y debemos brindar la mano en la medida que sea posible.
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