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El notariado encara su nueva realidad ética

05 de diciembre de 2025
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Por Daniel Rivera Vargas

Con apuntes de un orador internacional, al menos cerca de un centenar de notarios reflexionaron sobre los pasos que, como profesionales del derecho, deben dar para acatar las Reglas de Conducta Profesional que comenzarán a regir en cuestión de semanas la abogacía y el notariado.

Durante la celebración del conversatorio "Reflexión, Diálogo y Acción ante las Reglas de Conducta Profesional: hacia una guía de buenas prácticas de ética notarial", realizada el pasado 4 de diciembre desde las 12:30 p.m. en el Club Rotario, de Río Piedras, participaron el vicepresidente de la Comisión de Deontología Notarial de la Unión Internacional del Notariado Latino (UINL), Alfonso Cavallé Cruz, y el juez Sigfrido Steidel Figueroa, director administrativo del Poder Judicial, profesor de Ética en la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana y quien dirige el comité permanente para el estudio de las nuevas reglas.

El evento fue moderado por el vicepresidente de UINL, el notario puertorriqueño Dennis Martínez Colón, quien contó que desde 2004 el Tribunal Supremo nombró una comisión para evaluar las funciones notariales, incluyendo ética. Dijo que se preparó un informe en 2010, se reactivó la comisión en 2016 y en 2022 se nombró un comité especial de revisión de reglas de conducta, que debía incluir normas de conducta profesional notarial. El pleno de la comisión se reunió en 22 ocasiones y culminó —entre las numerosas disposiciones— con reglas específicamente diseñadas para los notarios.

Recordó que subyacente en el tema ético está la dualidad del profesional del derecho en el ordenamiento puertorriqueño: el rol del abogado, que defiende parcializadamente los intereses de sus clientes, mientras que el notario tiene una labor de garantizador de instrumentos públicos, con un deber de imparcialidad, similar en cierto sentido a una labor de jurista.

"Somos los jueces de los documentos", dijo Martínez Colón. "El notario va a igualar las fuerzas... el notario va a ser la voz del menos fuerte", indicó.

En su turno ante los notarios, Cavallé Cruz resaltó la importancia de las normas éticas "rigurosas" en el trabajo del notariado, para garantizar la seguridad del ordenamiento y generar paz social con documentos públicos y presunciones de precisión e integridad. "Esto solo puede cumplirse con eficacia cuando la ciudadanía percibe que el notario se dirige con integridad y eficiencia técnica", agregó.

"Tengan en cuenta que la fe pública notarial es un poder excepcional", sostuvo Cavallé Cruz, oriundo de Islas Canarias, España, donde hay instrumentos públicos notariales con fecha del siglo XVI.

Algunas diferencias entre la abogacía y el notariado son, por ejemplo, que el secreto profesional del abogado es garantizar el derecho de defensa y la libre comunicación del cliente, orientado a proteger sus intereses; mientras en el notariado el secreto es como garante de la fe pública, que busca proteger a todas las partes, porque el notario no tiene clientes, sino requirentes.

"Busca proteger el interés público", afirmó Cavallé Cruz. "La notaría tiene carácter de oficina pública".

Añadió que no es un deber absoluto, indicó, porque el instrumento público notarial "es secreto pero al tiempo es transparente", y hay un deber en ciertas instancias de cooperar con el gobierno.

Concluyó el notario canario diciendo que hoy es un imperativo que el notario pueda desenvolverse en asuntos tecnológicos, y que la segunda base de datos más importante de España es la enfocada en temas notariales.

Por su parte, Steidel Figueroa, también profesor de Ética en la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana y quien dirige el comité permanente del Poder Judicial para el estudio de las nuevas disposiciones éticas, sostuvo que la evaluación de las reglas "es un proceso reflexivo que no ha concluido".

"Cuando llegue el primero de enero, en el primer abrazo por el año nuevo, también estarán dando la bienvenida a las nuevas Reglas de Conducta Profesional", comentó Steidel Figueroa en la apertura de su charla, lo que fue recibido con risas entre el público.

El juez Steidel Figueroa trajo varios ejes de discusión sobre los cánones existentes y las disposiciones por llegar: hay un cambio entre cánones abiertos con marcos mínimos de referencia a unas reglas específicas; en su momento, como juristas, hay que esclarecer si lo que no está prohibido en las nuevas reglas está permitido; el formato de las definiciones; que hay reglas que afectan a interventores neutrales; las renuncias a conflictos de intereses; y el doble rol del notario y abogado.

El director administrativo de OAT describió como una novedad que cada regla integra comentarios, y que aún no está claro su alcance. Explicó que el texto del alcance de las reglas dice que los comentarios no son vinculantes, pero "entiendo yo que son altamente directivos".

Dijo que las reglas abarcan también a los aspirantes a la abogacía, porque hay jurisprudencia que permite sancionar a un abogado por actuaciones que comenzaron cuando era estudiante de Derecho.

Otro cambio es que "el nuevo marco normativo se aleja de la norma de hasta la apariencia de conducta impropia", pero el juez dijo que las nuevas reglas —con varios incisos sobre los notarios— resaltan que el notario debe ser imparcial, y no serlo lo expone a sanciones disciplinarias. "Debe serlo real y en la apariencia... la apariencia queda en las nuevas Reglas de Conducta Profesional al menos en la función notarial".

Luego de la exposición de ambos, los panelistas intercambiaron impresiones sobre lo que discutió el otro.

Steidel Figueroa reconoce que hay debate de si se debió incorporar unas reglas notariales separadas a las de los abogados. Aclaró que él entiende que no, porque la jurisdicción disciplinaria la ejerce el mismo foro: el Tribunal Supremo.

También hizo un llamado a la apertura a los avances tecnológicos, y cómo la interconexión de plataformas o el desarrollo de algoritmos puede llevar a cambios importantes en las gestiones notariales o de algunas labores de abogados, como podría ser los registradores de la propiedad. "Los humanos no vamos a ser sustituidos en el futuro previsible", afirmó.

"Tenemos que manejar la tecnología, aprender a comprenderla", sostuvo el juez. "No es que salgamos corriendo a estudiar otra cosa", señaló. "Los retos son enormes, la discusión debe ser abierta, franca, y el norte debe ser que la responsabilidad disciplinaria, y ética tiene que tener como punta de lanza la protección del interés público, no la protección gremial", añadió Steidel Figueroa.

Por su parte, Cavallé Cruz dijo: "Estamos hablando de dos profesiones difíciles".

Aunque vio positivo que las nuevas reglas incluyen disposiciones notariales, "no cabe duda que más adelante tendrán que hacer desarrollos" sobre las reglas disciplinarias que aplican a notarios y a abogados.

"Mi consejo es que, ante la mínima duda de que se vea en entredicho la imparcialidad, se debe dar un paso al lado", agregó.

"Hay que ver cómo contribuimos desde nuestra profesión al bien común", mencionó Cavallé Cruz.

Culminado el conversatorio, los notarios presentes en el Club Rotario intercambiaron impresiones. Como estaban reunidos en mesas, estas contaron con relatores que documentaran los intercambios de cada subgrupo de notarios reunidos en cada mesa. Las propuestas se usarían para diseñar "lineamientos" que orienten a los notarios ante las nuevas reglas.

Las nuevas Reglas de Conducta Profesional de la abogacía en Puerto Rico fueron aprobadas por el Tribunal Supremo de Puerto Rico a mediados de año y entraron en vigor en enero, sustituyendo los cánones de ética vigentes desde la década del setenta del siglo pasado.

El evento formó parte de la cuarta Asamblea anual del Colegio Notarial, y la actividad estaba pautada para culminar con una fiesta navideña.

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