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Durante la época navideña, el alto consumo impulsa a algunas empresas a reclutar personal para los empleos estacionales para que cubran la demanda de servicios y compra de bienes y productos.
El licenciado Jeffry J. Pérez Cabán destacó que el empleo estacional, en su mayoría, son empleos a tiempo parcial y suplementa de forma agregada al empleo regular que tienen las empresas.
«Uno pensaría que no tienen derechos laborales fundamentales. Estas personas no están exentas de la legislación que hay en Puerto Rico sobre las protecciones laborales y a la dignidad humana como lo establece la Constitución. También las leyes contra el hostigamiento sexual y acoso laboral», expresó el licenciado.
Asimismo, mencionó que la Ley de Transformación y Flexibilidad Laboral (Ley Núm. 4 de 2017) establece unos derechos para las personas empleadas sin importar si son a tiempo completo, tiempo parcial o empleos estacionales.
«Eso es lo importante de este empleo estacional. Si queremos aumentar la fuerza trabajadora y reconocer los esfuerzos que hacen estas persona que laboran en la época navideña y en turnos que no necesariamente son tradicionales, pues hay que respetar esos derechos», aseguró.
El abogado indicó que estas personas empleadas no pueden ser discriminadas por cualquiera de las causas que prohíbe la Constitución y legislaciones locales, incluyendo la más reciente que es por el estilo del cabello.
De igual forma, dijo que todo espacio de trabajo debe garantizar la salud y seguridad ocupacional, la privacidad y las salas de lactancia.
«Las leyes en Puerto Rico dan cobertura con estos derechos básicos a esos empleos estacionales. Obviamente, hay deberes. Especialmente con los horarios y las medidas de seguridad e higiene. Todavía estamos en tiempos de epidemias como el dengue, y todavía hay retos de salud y seguridad con el Covid-19», detalló.
Agregó que una persona empleada no puede incurrir en conductas impropias que laceran los intereses de la empresa y los consumidores. Esta debe cumplir con los intereses e instrucciones de los patronos, y contribuir a la productividad de la empresa dentro de ese tiempo limitado que van a estar laborando.
Para Pérez Cabán, uno de los particulares retos que se enfrenta en estos tiempos con el empleo estacional es el cambio en el perfil e intereses de las personas trabajadoras.
«Las generaciones van cambiando porque hay más personas mayores entrando a los empleos estacionales en Puerto Rico. Alrededor de 30% de las personas trabajadoras que pueden estar entrando en los empleos estacionales son personas de 60 años o más. También están los menores de 18 años, que cumpliendo con las normativas, trabajan en estos empleos», informó.
Reiteró que es un reto la diversidad demográfica y la forma en la que se cumplen las funciones de esos empleos estacionales ya que no necesariamente tienen que estar de forma presencial en el lugar, sino que pueden hacerlo de forma virtual.
«Son parte de los asuntos que hay que estar pendiente porque estos trabajadores tienen deberes, pero no están exentos de las protecciones laborales», agregó.
«Los empleos estacionales siempre van a tener un impacto positivo en la economía y en los últimos años representa un gran impacto a la economía, familias y trabajadores para poder sostener sus hogares», puntualizó.