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Por Daniel Rivera Vargas

A cinco meses de su creación, la Oficina de Presupuesto de la Asamblea Legislativa (OPAL) ha tenido la encomienda de asesorar a los miembros del Senado y la Cámara de Representantes de Puerto Rico en temas presupuestarios, financieros, contributivos y económicos.

El director de esta dependencia, Luis Francisco Cruz Batista, conversó con Microjuris sobre los retos que han enfrentado desde su creación, como lo fue con el efecto de la inflación en algunos proyectos propuestos y los temas que recibirán una atención especial de la oficina. 

Por ejemplo, hubo una diferencia presupuestaria entre Fortaleza y OPAL tras el envío de un reciente proyecto de alivios contributivos.

Cruz Batista recordó que el Poder Ejecutivo estimó el costo de la medida en $545 millones, pero cuando la OPAL terminó su evaluación de la medida, entendió que el costo real era diferente, «$655 millones, sobre $100 millones o casi un 20% más que lo calculó La Fortaleza».

El director de la oficina, un Contador Público Autorizado con más de 20 años de experiencia en el servicio público -incluyendo la dirección de la Oficina de Gerencia y Presupuesto-, explicó que el trabajo de la recién creada OPAL es estimar el costo de los proyectos legislativos, que sometan a su consideración.

«OPAL no entra a decir si el proyecto es bueno o malo, solo ofrecer los datos del impacto fiscal para la acción correspondiente del Poder Legislativo, que en algunos casos implica una reducción de ingresos del fisco, en otros podría implicar un alza, y en los menos no implica impacto fiscal alguno, como cuando se trata digamos de poner el nombre a una carretera o cuando se redistribuyen partidas de un presupuesto ya aprobado».

«El 99% de los proyectos tiene un impacto fiscal», indicó Cruz Batista.

Enfoque al impacto fiscal

Resaltó que, aunque el trabajo de OPAL es estimar impacto fiscal, el trabajo legislativo es más abarcador porque los proyectos de ley buscan alcanzar un objetivo social.

Al explicar este punto, que un presupuesto -como el de $12,700 millones del gobierno-, lo que hace es decidir como política pública como quiere invertir ese dinero, si es en educación, salud, cultura, entre otros asuntos.

«El presupuesto no es otra cosa que monetizar las prioridades del país», sostuvo.

Saldo de la OPAL

Al momento de la entrevista, la OPAL ha evaluado el impacto fiscal de 23 proyectos. En 22 de esas 23 iniciativas, las medidas evaluadas han representado gastos en el erario público.

El único en el que no pudieron estimar el impacto fiscal es una legislación que urge la instalación de placas solares en todas las escuelas públicas del país, esto porque faltaba información.

Por disposición de ley, solo se consideran proyectos que han sido referidos por las comisiones legislativas, por lo que no se estima el costo de todas las propuestas de los legisladores del país, explicó el funcionario.

Con un presupuesto de $3.5 millones, la OPAL es una dependencia creada este mismo año, en enero de 2023, y que comenzó operaciones en abril pasado.

Cuenta con siete empleados, incluyendo cuatro economistas y el apoyo de consultores del calibre de la ex secretaria de Hacienda Teresita Fuentes y el exsecretario de Justicia y profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, William Vázquez.

La labor de evaluar el costo de los proyectos de una función importante, pero que quizá cobra más relevancia ante la realidad fiscal del país, donde la quiebra del gobierno de Puerto Rico ha llevado a que las finanzas gubernamentales sean regidas por la Junta de Supervisión y Administración Financiera (FOMB, por sus siglas en inglés), creada por la ley federal PROMESA (Puerto Rico Oversight, Management and Economic Act).

Desde su oficina con vista a la avenida Constitución, Cruz Batista sostuvo que OPAL puede ayudar a que el gobierno supere en el futuro un escollo que se repite constantemente en la evaluación de medidas por la  Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico la falta de un análisis fiscal.

«La junta pide que las medidas sean neutrales (en términos fiscales)», expresó Cruz Batista.

La más reciente ocasión en que se aprobó una medida por el gobernador, y fue revocada por el tribunal federal a instancias de la junta, fue la más reciente Reforma Laboral del gobierno, y fue en gran medida porque no contaba con un análisis de impacto fiscal, lo que en parte sería ahora el trabajo de OPAL.

«En la medida que los proyectos estén acompañados de un buen informe, que incluya datos, metodológica, eso los ayudará a salvar esa zona que se ha quedado descubierta», argumentó Cruz Batista.

«Nosotros desde el punto de vista de la Asamblea Legislativa llenamos ese vacío», sostuvo.

Cuando se le preguntó si hay coordinación entre OPAL y la Junta de Supervisión, Cruz Batista argumentó que ha habido reuniones entre equipos técnicos de ambas organizaciones, incluso una el día después de la entrevista con Microjuris, y agregó que también hay reuniones con otras dependencias en aras de mejorar el trabajo de la nueva dependencia.

«Lo que queremos es sumar», sostuvo.

Paralelismos

Reconoció, de igual forma, que su dependencia guarda paralelismos con la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés), y que fue creada en 1974 por el entonces presidente Richard Nixon ante el desfase en los datos que manejaba la Casa Blanca y el Congreso.

«Podría decirse que es una criollización del CBO, pero para la OPAL se tomaron en consideración otras jurisdicciones, como Chile, Argentina y México. También en Estados Unidos los estados tienen oficinas parecidas a esta», agregó Cruz Batista.

Actualmente OPAL evalúa otros once proyectos, siendo los de mayor interés público, en su opinión, nuevas versiones de la medida de alivios contributivos y la Reforma Laboral.

Reflexionó que han sido eficientes en los pasados cincos meses que han estado en operación, puesto que no solo han evaluado 23 proyectos, sino que han reclutado su personal, han creado una página de Internet para el público, una plataforma interna para que le refieran proyectos de los cuerpos, han depurado sus informes, y han ido trabajando con los problemas que han enfrentado, como la ausencia de datos confiables.

Dijo que parte de la labor realizada ha sido «curar» estos datos para que sean «correcto, completos y a tiempo».