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Con el fin de incluir en la Ley 54 la amenaza de maltrato o maltrato de mascotas dentro de las conductas delictivas que forman parte de la definición de violencia doméstica, el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia convirtió en ley el Proyecto de la Cámara 582.
Según la exposición de motivos, a través de la medida buscan brindar herramientas a las víctimas que son intimidadas por medio a que el agresor o agresora haga daño a un animal o mascota.
«Como parte de los incidentes de violencia doméstica perpetrados en Puerto Rico, han ocurrido diversos casos de maltrato de animales, en los cuales las personas agresoras han abusado cruelmente de animales o mascotas con la intención de infligir daño emocional a parejas o exparejas», añaden en la pieza legislativa.
La representante Jocelyne Rodríguez Negrón, coautora del proyecto de ley, indicó que "las mascotas son seres que se quieren como miembros de la propia familia y muchas veces el agresor(a) utiliza este sentimiento para manipular una relación».
«La Cámara de Representantes junto a la Comisión de Asuntos de la Mujer seguirá luchando hasta lograr una disminución o una erradicación de este mal, que afecta no tan solo a la víctima, sino, a todos los que atraviesan esta experiencia a través de un familiar y/o amigo», añadió.
Por su parte, el mentor del Pro Bono ONDA de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Christian Ríos Vallejo, reconoció que medidas como esta son necesarias para seguir fortaleciendo los instrumentos legales que tiene el Estado a su disposición para combatir la violencia de género y la violencia contra los animales.
«Numerosas investigaciones en clave feminista han demostrado cómo la violencia contra los animales y la violencia de género están íntimamente relacionadas y cómo responden a unos entendidos amplios bajo los cuales a mujeres, grupos históricamente oprimidos y animales no humanos, se les ubica en una posición de subordinación cultural, social y política. Esta subordinación es un asunto del cual el sistema legal no puede desatenderse», expresó el licenciado Ríos Vallejo.
El mentor del probono comentó que la legislación también se debe situar en un contexto histórico donde los animales, cuya explotación ha permanecido invisible en el debate público, están ganando mayores protecciones y reconocimiento por parte del sistema legal.
«En definitiva, esta medida representa un logro histórico en la forma interseccional en que debemos abordar dos violencias que tienen múltiples conexiones», afirmó.