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La organización sin fines de lucro, Espacios Abiertos, presentó a periodistas y organizaciones, un diccionario de la deuda que contiene más de un centenar de palabras y frases que se escuchan y leen hoy día en el discurso público sobre la crisis fiscal en Puerto Rico.
El diccionario de la deuda es una herramienta de referencia digital que está disponible de forma gratuita a través de ElDiccionarioDeLaDeuda.com.
«Este diccionario es una herramienta de apoderamiento y educación para la ciudadanía. Nosotros debemos informarnos y participar más, así podremos incidir más efectivamente en los asuntos que nos afectan. Entender el lenguaje que hablan los expertos en su conversación sobre la crisis y de cara a una reestructuración de deuda y de nuestro futuro económico, es importante para la gente. Ya todos hemos pagado demasiado por la falta de transparencia e información, por no saber, no reclamar y no ejercer fiscalización ciudadana», señaló Cecille Blondet-Passalacqua, directora ejecutiva de Espacios Abiertos.
La preparación del diccinario estuvo a cargo de la profesora Dra. María E. Enchautegui, del Departamento de Economía de la Universidad de Puerto Rico y la estudiante de Economía Victoria Rocío López, junto a la colaboración de Sergio Marxuach, director de la Política Pública del Centro para una Nueva Economía.
Según Enchautegui, los objetivos del recurso son democratizar, facilitar, transparentar, documentar, cronologizar, pero sobre todo apoderar a las personas, para que puedan entender el proceso por el que atraviesa el país. Asimismo, busca que todos los ciudadanos tengan un entendimiento básico de la deuda de Puerto Rico.
Para la economista, el mantener un lenguaje poco entendible para la ciudadanía, cuando se aborda el tema de la deuda y los procesos ante el tribunal de quiebra, es una forma de bloquear la transparencia. Por ello, explicó, es importante que el pueblo exija que el diálogo de país se haga de forma más clara y accesible.
«En el léxico de la deuda se comienzan a usar términos que antes no se han utilizado. Se usan términos que mucha gente no entiende y los que no entienden no preguntan. A veces el propósito es precisamente excluir a ciertos grupos de la población. El léxico de la deuda es dinámico», puntualizó.
La actividad contó además con la participación de Deepak Lamba-Nieves, director de Investigación del Centro para una Nueva Economía. Lamba-Nieves abrió la conversación sobre las dudas y debates que se han suscitado alrededor de la deuda y la crisis fiscal. Lamba-Nieves, quien viajó a Detroit para estudiar el comportamiento de ese estado en respuesta a la crisis económica que vivió, narró sus experiencias en el contexto de la presentación del diccionario legal.
«De la deuda no solo deben hablar los economistas y peritos. Es necesario que se democratice el debate para que podamos tomar acción», señaló.
Según Lamba-Nieves, durante su tiempo en Detroit pudo darse cuenta de las narrativas públicas que se construyen sobre este tipo de fenómenos, que no responden siempre a la realidad. Así relató que mientras se habla sobre el resurgir de Detroit, la realidad es que al día de hoy los ingresos están reducidos, la mayoría de los trabajos están disponibles sólo para las personas que viven en los suburbios y el costo de vida es tal que algunas personas han migrado porque no pueden vivir allí. Otra de las narrativas es que lo que sucedió en Detroit fue sólo producto de una mala administración. La misma narrativa «simplona y socarrona», se ha construido en Puerto Rico, explicó.
«Se utilizan términos arcanos y es por diseño, no por casualidad. Hay razones por las cuales no se quieren transparentar. Quieren que los tecnócratas se encarguen de explicarnos y narrarnos lo que esta pasando. Tenemos que empezar a armar otra historia, otra serie de historias de lo que esta pasando en Puerto Rico. Es fundamental que vayamos hilvanando estos términos. Más importante es que se contextualicen esos términos y se cuente una historia distinta», señaló.
Otro ejemplo importante sobre la importancia de las narrativas fue la construida respecto a la crisis del agua en Detroit, donde había un entendido de que «los negros y pobres no pagaban el agua».
En ese caso, relató que los negros y pobres se organizaron, educaron, crearon estudios y objetivos específicos y se dieron cuenta de que la narrativa oficial era incorrecta, y era sólo un subterfugio para culpar a esa comunidad de la ineficiencia gubernamental.
En relación a ello, explicó que en Puerto Rico las comunidades deberían seguir ese ejemplo y organizarse, no sólo lanzándose a las calles a pedir «justicia social» sino también utilizando la información para elevar la discusión.
Sobre otras controversias relacionadas a la crisis fiscal en Puerto Rico, Lamba-Nieves explicó que favorece que se comience un proceso de auditoría, reestructuración de la deuda, y que se puedan renegociar los términos de la deuda. No obstante, indicó que para poder reestructurarla, no se puede esperar a que culmine el proceso de auditoría.
Lamba-Nieves también indicó que es importante que se aborde el tema de la austeridad. Para Lamba-Nieves la austeridad se ha utilizado como instrumento en lugares donde hay deuda, adoptándose la estrategia de cortar gastos, aumentar impuestos y aguantarse. Según el estudioso esto es una trampa pues no hay evidencia de que la austeridad haya sido el instrumento para salir de la crisis ni en Grecia, ni Detroit.
"El espiral de la austeridad cuando toma raíz o se ancla en una economía, lo que hace es convertirla en una economía en deterioro. Si en Washington no funcionaron los recortes, ¿qué nos hace pensar que se va a lograr aquí?», preguntó.
Finalmente, Lamba-Nieves aprovechó para emplazar a los medios de comunicación para que entrevisten a interlocutores no tradicionales y contribuyan a elevar el debate sobre la deuda, hurgando no sólo en la narrativa oficial sino en la no oficial.