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"Por más de 100 años, el Tribunal Supremo ha advertido a los abogados que no deben recibir regalos de clientes provenientes de testamentos que ellos mismos han redactado. Mr. Papazian lo hizo de todas formas en un desprecio flagrante por la responsabilidad ética que tiene como miembro de la abogacía", lee la demanda presentada por la familia del millonario Robert Mardigian, quien dejó al morir una fortuna de 17 millones de dólares, que podría pasar a la posesión del abogado Mark Papazian y su familia, demandados en este caso.
Según narra la demanda presentada en un tribunal apelativo de Michigan, años antes de morir en el 2012, Robert Mardigian quiso poner en orden su fortuna, por lo que recurrió a Mark Papazian, abogado demandado, quien fue su amigo durante muchos años. Tras la muerte de Mardigian, el testamento y el fideicomiso dejó —luego de cumplir con contribuciones y otras obligaciones— una fortuna de 17 millones de dólares a Papazian y a sus dos hijos, reportó el Detroit Free Press.
Los hermanos y sobrinos de Mardigian, quien no tuvo hijos y no estaba casado, decidieron impugnar dicho testamento puesto que los Cánones de Ética Profesional de Michigan indican que los abogados no deben preparar ningún instrumento en el que el abogado o una persona relacionada a él, como sus padres, hijos o esposos, reciban un regalo sustancial de un cliente, incluyendo un regalo testamentario, excepto cuando el cliente es pariente del donatario. En este caso, el abogado no era pariente del testador. Los demandantes peticionaron que los regalos al abogado sean anulados y un juez del condado decidió a su favor, por lo que hoy el caso se encuentra en el nivel apelativo.
Papazian, quien es abogado de derecho de familia y asociado del bufete Giarmarco, Mullins & Horton, PC, declinó hablar sobre el caso aunque en su alegato explicó que quizás haya violado los Cánones de Ética Profesional y pueda ser encausado por ello, pero que no se debe anular el testamento impidiéndole a él y a sus hijos que puedan recibir los legados que ascienden a 14 millones de dólares, dejados por "su querido amigo por más de 30 años".
El testamento y el fideicomiso en el que Papazian fue nombrado como representante lega al abogado todas las propiedades personales de Mardigian y deja a los hijos del letrado sendos fideicomisos por cinco millones de dólares cada uno. Bajo los Cánones de Ética Profesional de Michigan, adoptados por el Tribunal Supremo de ese estado en 1988, un abogado no puede recibir regalos de una persona a quien le redacte un testamento a menos que sean parientes. Respecto a ello, Papazian testificó que su amistad era tan cercana que él y el testador se llamaban «primos» entre sí.
Aunque Papazian alegó inicialmente a su favor que el testamento y el fideicomiso habían sido redactados por un asociado de su bufete y no por él, en una deposición este socio negó cualquier vinculación con la redacción de los instrumentos. Cinco días antes de que el caso pasara a la etapa de juicio, Papazian aceptó haber redactado ambos instrumentos.