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Portavoces de la Cooperativa de Farmacias Puertorriqueñas (COOPHARMA) solicitaron al Departamento de Salud de Puerto Rico que evalúe el reglamento propuesto para el uso, manufactura y distribución del cannabis medicinal ante supuestas deficiencias que presenta, particularmente en el área de dispensación.
"Entendemos que la dispensación del cannabis, como se explica en el reglamento, merece una mayor discusión y participación de proveedores de servicios y establecimientos de salud, ya que la forma en que está redactado podría constituir una violación a la Ley de Farmacia", explicó Elda Sierra, presidenta de la Junta de Directores de COOPHARMA.
Por su parte, la doctora Mariela Vázquez, quien también es dueña de farmacia, indicó que "es imperativo que el personal profesional farmacéutico se le tome en cuenta para dispensar el cannabis medicinal el cual está clasificado como medicamento controlado".
De igual forma Vázquez y Sierra denunciaron que el reglamento no atiende ciertos asuntos de gran relevancia para las más de 470 farmacias de la comunidad que esta cooperativa representa y los miles de pacientes que requerirán el uso del cannabis medicinal.
Por ejemplo, el "agente del dispensario", que se menciona en el reglamento, no especifica si debe ser un farmacéutico quien autorice a dispensar o dispense en forma directa el cannabis. Además, dejan pasar por alto la orientación al paciente por parte del profesional farmacéutico quien es el autorizado en ley para esos fines. En su lugar, brinda autoridad a cualquier persona para hacerlo.
"Puerto Rico crea un precedente histórico en términos de violación a la Ley de Farmacia al otorgar facultades a otro sector, de forma explícita en un reglamento creado por el mismo gobierno. En síntesis, el gobierno estaría violando su propia Ley de Farmacia", explicó Vázquez.
Sierra, añadió por su parte que "debe ofrecerse al paciente la garantía que profesionales y personal técnico, bajo la supervisión directa del farmacéutico, sean quienes le dispensen ese medicamento. Las leyes y reglamentos que nos rigen ya atienden este asunto, lo que implica que solo requiere de enmiendas menores para atemperar el uso del cannabis medicinal".
"Denunciamos públicamente y hacemos constar en récord que estas acciones avaladas por el Departamento de Salud pondrían en peligro la salud y seguridad pública de muchos pacientes con condiciones debilitantes y crearía un precedente al otorgar facultades a un sector que no cuenta con la preparación de un farmacéutico", concluyó Sierra.