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Por Perla del Mar Rodríguez Fernández
Aunque puede variar según la organización, a palabras del director ejecutivo de Integro Foundation, Alejandro Silva Díaz, uno de los retos que comúnmente enfrentan las organizaciones sin fines de lucro es el financiamiento.
No todas las organizaciones sin fines de lucro son iguales en tamaño ni tienen los mismos retos, pero el financiamiento es clave en cualquier estructura.
Silva Díaz señaló que las fuentes de financiamiento de las organizaciones pueden variar, pero algunas de las más comunes son las donaciones del sector filantrópico, los donativos legislativos, donativos individuales, corporativos, por decretos y el voluntariado.
«El sector filantrópico da fondos pequeños, pero muchas dependen del gobierno a cualquier nivel. Ahí tienes el ejemplo de los fondos legislativo, que generaron mucho ruido recientemente», explicó.
En cuanto a los donativos legislativos, el director ejecutivo que «si tú ves los donativos, hay algunas sin fines de lucro que obtienen cantidades justas, pero hay otras que reciben dos mil dólares, que no las ayuda a sobrevivir a largo plazo».
En cuanto a los donativos obligatorios que tienen que realizar las personas recipientes de los decretos del Código de Incentivos Contributivos de Puerto Rico, también conocida como «Ley 60» o «Ley 22», Silva Díaz aseguró que existe un reto y es que las personas con decretos están obligadas a hacer estas donaciones, pero no conocen el ecosistema de organizaciones sin fines de lucro.
Aunque ciertamente existen organizaciones sin fines de lucro bien establecidas, que tienen un equipo enfocado en buscar los donativos y llegar a ese network de personas con decretos, también existen organizaciones, como las de base comunitaria, que suelen operar a partir del voluntariado y que no tienen el tiempo ni el acceso para darse a conocer entre los sectores con decretos contributivos.
Más allá de la parte financiera, otro de los retos que observó Silva Díaz fue el manejo de las relaciones con el gobierno o la falta de procesos ágiles en el gobierno. El director recordó que hasta hace poco, las organizaciones tenía que radicar su planilla en papel, contrario a los contribuyentes individuales.
Entre las soluciones que abordó Silva Díaz, está lo siguiente:
Aunque existen oportunidades como la exención 501(c)(3) del Servicio de Impuestos Internos (IRS, en inglés) y los auspicios fiscales, que permiten acceso a otras oportunidades de financiamiento, Silva Díaz no lo recomendó a organizaciones que no estén estructuralmente listas, porque conlleva grandes responsabilidades y riesgos.
Silva Díaz aseguró que las personas que ejercen el derecho son claves para el assessment o la evaluación previa necesaria para determinar si una organización sin fines de lucro está lista estructuralmente para dar pasos más arriesgados en la búsqueda de fondos.
Las personas que ejercen el derecho, a palabras de Silva Díaz, también pueden tener acceso a redes de influencia y recursos que pueden dirigir a las organizaciones sin fines de lucro que día a día contribuyen a un mejor archipiélago.
Silva Díaz destacó que en Puerto Rico existen cerca de cinco mil organizaciones sin fines de lucro con la exención contributiva que provee el gobierno local.