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De acuerdo a un informe que evaluó la retención de abogadas féminas en la práctica criminal publicado por la organización canadiense Asociación de Abogados Criminalistas (CLA, por sus siglas en inglés), las abogadas están abandonando dicha práctica en números alarmantes.
La CLA publicó un informe titulado The Retention of Women in the Private Practice of Criminal Law, que fue divulgado durante la pasada semana en su conferencia anual en Ontario. Entre las razones que se esbozan como responsables de este fenómeno está el ser tratadas de forma distinta a sus colegas varones por los jueces, personal de tribunales y sus compañeros y la falta de apoyo respecto a licencias de maternidad. Según la organización, este informe evidencia lo que desde hace mucho viene sucediendo a las penalistas mujeres.
El estudio es de la autoría de Nathasha Madon, becada post-doctoral de la Universidad de Brisbane en Australia ,y Anthony Doob, profesor emerito de criminología de la Universidad de Toronto. Estos evaluaron estadísticas de Asistencia Legal de Ontario y de The Law Society of Upper Canada. Además realizaron grupos focales y encuestaron a 225 abogadas criminalistas de Ontario.
Según los hallazgos del informe, muchas mujeres abandonaron la práctica penal luego de cinco años y muy pocas la practican luego cumplir sus diez años ejerciendo.
"Lo más sorprendente para mí es que de las mujeres que comenzaron a practicar el derecho criminal en 1996, sólo quedan 47. Ocho años después, en el 2004, sólo 13 hacen una cantidad sustancial de trabajo criminal", señaló Breese Davies, una abogada criminalista de la CLA.
El informe también reveló que 61% de las encuestadas informaron que consideran dejar la práctica por causa de la poca remuneración, las largas horas y desafíos con el sistema de asistencia legal, una pieza clave de remuneración para aquellos que se desempeñan en el área criminal. Muchas también señalaron la carga financiera de mantener una práctica y administrar una oficina durante sus licencias de maternidad.
Entre las abogadas que escucharon el informe durante su divulgación, algunas expresaron que se identifican con los hallazgos y que además, existen otros factores como la falta de predictibilidad con el horario de trabajo, la logística, los desafíos financieros y el tener que empezar desde cero una vez se regresa de una licencia de maternidad.
Otras señalaron la falta de respeto que se le tiene a las mujeres en ese campo, y el ser tratadas de forma diferente a sus compañeros varones por parte de la policía, los compañeros abogados, los oficiales del tribunal y hasta los jueces. El estudio también encontró que los abogados varones que dirigen bufetes tienden a ver a las mujeres como estudiantes o asistentes en lugar de profesionales altamente cualificadas. Sólo un 22% de las encuestadas expresaron sentir que a las mujeres y hombres se les trata de forma equitativa.
Asimismo el estudio reveló que muchas de estas mujeres abandonaron la práctica para ocupar trabajos en el gobierno que sí garantizan un horario regular, beneficios marginales y licencia de maternidad.
Entre las recomendaciones que hace el informe sobre cómo resolver este problema se encuentran: