Por Daniel Rivera Vargas

Un nuevo libro explora el problema de las personas condenadas injustamente en Puerto Rico desde la óptica de la estadística, sus causas y reflexiones asociadas a esta realidad.

El libro titulado Las condenas erróneas en Puerto Rico es de la autoría del decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana  de Puerto Rico (UIPR), Julio Fontanet Maldonado. El profesor funge como presidente de Proyecto Inocencia en Puerto Rico, grupo no gubernamental que ha estado luchando por auxiliar con pruebas de ADN a personas acusadas o convictas por delitos que no cometieron.

«Se lo estoy dedicando a todos los que han sido exonerados por Proyecto Inocencia», destacó Fontanet Maldonado al hablar sobre esta publicación. Estas personas son Nelson Ortiz Álvarez, Antonio Ramos Cruz, José Caro Pérez, Ashley Torres Feliciano, Nelson Ruiz Colón, Juan Serrano Matta y Eduardo Correa López, este último de quien se aclara que hay la esperanza de su pronta liberación.

El estreno del libro coincide con la cercanía del décimo aniversario de la ley que faculta la realización de estas pruebas a ciertos confinados. El licenciado comentó que Puerto Rico vergonzosamente fue la última jurisdicción en Estados Unidos con este tipo de legislación.

A casi una década de esta medida legislativa, convertida en ley en diciembre de 2015, Fontanet Maldonado entiende que ha rendido los frutos que se esperaba. Sin embargo, aseguró que se necesitan más recursos para que, tanto la organización que opera desde Inter Derecho como la que ofrece servicios similares desde la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico (UPR), atiendan las solicitudes que llegan.

En Proyecto Inocencia, reciben cientos de cartas anualmente y cada caso se evalúa antes de proceder a tratar de ayudar a esas personas. Ante estos casos, urge más cooperación del sistema ya que se suele enfrentar a mucha resistencia de los componentes del aparato gubernamental.

«Se necesita mucha apertura del Departamento de Justicia y mayor receptividad de los tribunales para adjudicar estos casos de manera más eficiente [y] evitar dilaciones innecesarias. [...] Creo que existe una percepción de los fiscales de que excarcelar a una persona convicta erróneamente es un fracaso del sistema penal y creo que esto explica la poca receptividad y apertura que hay a veces en estos casos a veces, no siempre. Yo les digo que no es eso, que es todo lo contrario. Exonerar a una persona inocente demuestra que el sistema puede identificar estos casos y remediar estas injusticias. ¿Quién puede estar en contra de esto? Solamente gente insensible que les preocupan más las estadísticas que la justicia», sostuvo.

Fontanet explicó que el libro está anclado en una encuesta realizada con cerca de 100 abogados dedicados al menos en parte al derecho penal estatal. El estudio, que coinciden con investigaciones similares en Estados Unidos, arrojó que los letrados entienden que al menos un 4% de sus clientes son inocentes.

«La inocencia es el convencimiento pleno y cabal de que el cliente era inocente porque el abogado conoce el caso y la prueba», comentó Fontanet.

El libro aborda también las variadas circunstancias que llevan a esas condenas erróneas, siendo la más recurrente la conducta inapropiada de los policías. No obstante, en Estados Unidos el problema es las identificaciones extrajudiciales erróneas, según el Innocence Project Network, dijo Fontanet.

El abogado discutió que hay causas, como el enfoque punitivo del sistema puertorriqueño, que lleva a que mucha gente inocente se declare culpable. Agregó que la opinión de la ciudadanía, la cobertura mediática prejuiciada, y la inequidad en los recursos; porque los fiscales tienen más mecanismos para investigar que los abogados de defensa; son aspectos que también influyen.

Asimismo, otro capítulo enumera los 5 proyectos presentados a la legislatura por Proyecto Inocencia, que incluye el que Fontanet Maldonado considera es el más importante. Para el profesor, es necesario establecer una junta revisora de condenas erróneas compuesta por abogados de defensa, jueces, y fiscales. Esta medida fue aprobada casi unánimemente por ambos cuerpos legislativos y luego fue vetada por la exgobernadora Wanda Vázquez Garced sin explicar sus razones. Fontanet Maldonado se mantiene optimista y espera por que algún legislador en el futuro pueda usar el texto para desempolvar alguna de las medidas y lograr que sea convertida en ley.

Añadió que el Proyecto Inocencia es un esfuerzo en el que han participado muchas personas, incluyendo estudiantes de derecho que pueden matricularse en una clínica dedicada a este tema. Igualmente, no solo son abogados o futuros abogados los que laboran aquí. Fontanet resaltó como valioso el trabajo de la doctora Sheila Archilla Díaz con el programa de servicios de apoyo en Trabajo Social al proyecto Inocencia. La doctora ayuda a las personas que estuvieron encarceladas  a integrarse a una sociedad de la que han estado separados, en algunos casos, por décadas.

Fontanet Maldonado mencionó que actualmente trabajan en varios casos de personas que entienden son inocentes. Compartió que la inmensa mayoría de  los casos son de mujeres.

«Es una barbaridad lo que hemos visto de los abusos que han sufrido esas personas en la tramitación de su juicio. Como el patriarcado matizó que fueran condenadas erróneamente, como mujeres fueron acusadas de matar a su hijo, a su madre, sin prueba alguna», afirmó.

El texto incluye fotos de portadas de periódicos alusivas a la excarcelación de algunas personas. También hay un prólogo en el que el periodista Benjamín Torres Gotay cuenta que fue compañero de hospedaje de uno de los acusados por estos crímenes, resalta la conmoción que causó ese caso y recuerda otras personas que han estado presas por crímenes que no cometieron.

El libro será presentado formalmente el próximo 14 de agosto a las 6:30 p.m. en el Teatro de la Facultad de Derecho de la UIPR. Las personas que participen recibirán una copia del libro. El moderador invitado será el periodista Jorge Rivera Nieves y los presentadores serán el exdirector de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), William Ramírez, y la periodista y abogada Celimar Adames.