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Jurista reflexiona sobre la figura del síndrome de la mujer maltratada

06 de febrero de 2024
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Por Daniel Rivera Vargas

En medio de la inmensa tragedia humana de violencia de género —que deja niños huérfanos, mujeres muertas y personas marcadas por profundas raíces de amargura— hay términos, frases, expresiones, conceptos que se lanzan en medio del debate sin que se entienda bien su significado.

Uno de ellos es el llamado «Síndrome de la Mujer Maltratada», que puede ser un complemento de la legítima defensa.

La profesora y exjueza, Mayra Huergo Cardoso, quien posee un doctorado en psicología clínica, explicó a Microjuris que el llamado síndrome es una condición de salud mental anclada en una gran depresión, pero no necesariamente de las relacionadas a un desbalance químico, sino producto de patrones culturales.

«Esto no se resuelve tomando una pastilla», indicó la doctora en psicología.

Es una depresión que surge de lo que se conoce como el «desamparo aprendido», que nace de los patrones culturales de muchas sociedades donde se enseña que la mujer es posesión del hombre y que el hombre es el que tiene el control, indicó Huergo Cardoso.

«Esas personas piensan que de verdad tiene la culpa que ese señor la maltrate. ‘Es verdad, yo soy mala, no lo cuido bien. La verdad es que no me queda bien el arroz’. ¿Por qué el hombre aprende a ser maltratante? Porque esto es una cultura que los socializa a que él es el que manda, a que el hombre es el buen proveedor. Ponte a oír canciones de rap, que el hombre hay que escucharlo y que la mujer es la que tiene que complacerlo, oírlo, que el hombre se le compra un camión y una pistola y a la mujer una cocinita. En socialización, aprendemos esos roles. El género es sociológico y es aprendido», sostuvo.

Aunque pudiera haber casos de violencia en una pareja en la que el hombre es el maltratado, el nombre de «síndrome de mujer maltratada» responde, dijo la exjueza, a que las estadísticas evidencian que en la mayoría de los casos las víctimas maltratadas son mujeres.

Huergo Cardoso explicó que el concepto Síndrome de la Mujer Maltratada fue elaborado por la doctora Lenore Walker, a quien Huergo Cardoso llama su amiga, quien en sus estudios sobre este tipo de incidentes de violencia de género se percató que hay un conjunto de síntomas, o síndrome, con patrones que se repetían.

Añadió que el síndrome enseña que hay unos ciclos de la relación entre esa pareja, en el que una mujer es maltratada. Luego, el maltratante viene y le pide perdón, quizá en medio de un procesamiento judicial, con un sinfín de gestos románticos como flores y chocolates diarios. La mujer lo reintegra a su vida, experimentan un período de renovado romance para luego comenzar el ciclo otra vez de maltrato, pedir perdón, ser perdonado, romance y volver al maltrato: una práctica que a veces culmina en la muerte de la víctima, explicó.

«Es un sube y baja. Lo perdona y vuelve a ocurrir. Lo perdona y vuelve a ocurrir», indicó la exjueza.

«Es muy difícil salir de esa trampa psicológica. Está la trampa emocional dejándote en esa duda: ¿me quiere o no me quiere? ‘Él es bueno, lo que pasa es que bebió’. No, no, no. Él aprendió que esa es la forma de relacionarse. Sigue el sube y abajo. ¿Sabes qué? Si no rompes ese ciclo, te mata».

«La mujer entra en una relación con una persona que yo llamo tóxica, disfuncionales, basado en el maltrato psicológico, económico, físico y se queda ahí», sostuvo Huergo Cardoso. «La gente que no entiende este síndrome dice ‘ah, ella está ahí, ella se lo buscó, ¿por qué no lo deja?’. Porque esa persona que está en ese síndrome de mujer maltratada está atrapada psicológicamente. Es una persona que cree que no puede, que no sabe, que si la dejan, la van a criticar en la sociedad, que sus hijos van a pasar hambre. ‘Imagínate yo dejar a mis hijos sin papá’. Todo eso es una socialización que promueve que la parte socializada para siempre complacer a la otra parte esté atrapada».

La profesora también entiende que hay hombres que son víctimas en el sentido de que en la actualidad son maltratantes porque cuando ellos eran niños, había maltrato en su hogar. Y por lo tanto, lo que hacen como adultos es replicar lo que vieron de niños.

La exjueza dijo que se puede salir de ese síndrome. Explicó que la ley vigente en Puerto Rico, la ley 54 para la prevención e intervención contra la violencia doméstica provee diversas avenidas para ayudar a esas personas atrapadas, como el recurso de los albergues, como talleres, como ayudas psicológica, como recursos de apoyo. Dijo también que los mecanismos oficiales del gobierno han tratado de elaborar herramientas para ayudar en estas situaciones, como lo son las salas especializadas de violencia doméstica del Poder Judicial.

«¿Puede una mujer superar el Síndrome de la Mujer Maltratada? Si, difícil, pero se puede. El paso más difícil es denunciar que es víctima de maltrato y mover el aparato de seguridad para que la ayuden a protegerse», indicó.

Si te interesó este tema, considera el artículo Hasta que la muerte nos separe: el síndrome de la mujer maltratada, que se publicó en la Revista Jurídica de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico.

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