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La constitucionalidad de la reelección en Latinoamérica: El Salvador

08 de septiembre de 2023
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Por Adimar Hernández Maldonado

Nota de la editora: Este artículo es publicado gracias a una alianza entre el programa de maestría en Comunicación con especialidad en Periodismo e Innovación de la Universidad del Sagrado Corazón (USC) y Microjuris.  

Latinoamérica es una región que ha dado fruto a múltiples literatos, artistas, y músicos. No obstante, también es conocida por sus fuerzas políticas, figuras que han dejado su estampa en la vida cotidiana de quienes lideran.

Sin embargo, la mayoría de estas figuras -sin importar su ideología política- han cuestionado los límites de poder demarcados por sus constituciones. Esto no quiere decir que sus intenciones hayan sido codiciosas, pero de cierto modo han afectado el desarrollo económico, social y político de sus países.

Distintas enmiendas constitucionales

Con el propósito de que se le permita participar en la reelección, aun cuando al menos seis artículos de la constitución salvadoreña prohíben la reelección inmediata del Primer Mandatario.

Sin embargo, es crucial entender el trasfondo histórico que ha dado paso a estas iniciativas políticas para entender la actualidad.

Muchos conocemos los nombres de Augusto Pinochet, Fidel Castro, Alfredo Stroessner, Rafael Leonidas Trujillo, Porfino Diaz, Evo Morales, Hugo Chávez, Daniel Ortega y Nicolas Maduro, entre otros, pero no por su filosofía democrática sino por su liderato populista y radical.

Es importante destacar que aunque la mayoría de estos comenzaron sus términos con intenciones de establecer un orden social, el cual ellos entendían ayudaría a sus comunidades, todos optaron por usurpar los derechos constitucionales que protegían el derecho de sufragio de los ciudadanos.

«Desde tiempos de Bolívar el flagelo del caudillismo ha sido letal para la América Latina: ahí las largas dictaduras de Porfirio Díaz, Juan Vicente Gómez, el doctor Francia, Alfredo Stroessner, Anastasio Somoza, Getulio Vargas, Rafael Leónidas Trujillo, Ulises Heureux y Francois Duvalier (por solo nombrar algunas)», sostuvo Rafael Cox Alomar, catedrático de derecho de la Escuela de Derecho David A. Clarke de la Universidad del Distrito de Columbia.

«Más recientemente se ha dado el fenómeno de recurrir al vehículo de la enmienda constitucional para restablecer la reelección presidencial — históricamente vedada en muchos países del continente», agregó.

El profesor se refiere al impulso que ha fragmentado a la comunidad latinoamericana. Es por esto que vemos países como Argentina, Colombia, y Brasil acaparados por luchas de poder, donde sus electores se ven persuadidos por figuras que rayan en los extremos y que lamentablemente hacen lo imposible para permanecer invictos.

«México sigue siendo el país con la prohibición más férrea de la reelección (únicamente se puede ser presidente por un sexenio) mientras que República Dominicana, Argentina, Colombia y El Salvador (por mencionar algunos) son ejemplos de países que enmendaron sus cartas constitutivas para restaurar la reelección. El impulso reeleccionista tiene muchos matices, entre ellos el acaparamiento de los resortes del poder público para beneficiar a los allegados del poder mismo», añadió el catedrático.

El Salvador

El Salvador no es la excepción. Nayib Bukele mucho antes de ser electo ha manejado su perfil de tal modo que es uno de los líderes políticos más seguidos en las redes sociales. Muchos han comparado su manera de expresarse como la del expresidente Donald Trump, ya que en sus publicaciones utiliza un tono informal e imponente. Incluso por un tiempo se autodenominó en sus redes como el «dictador más ‘cool’ del mundo mundial», expresión que para muchas personas puede causar revuelo.

A través de su campaña, similar a las de sus predecesores, optó por presentar medidas que garantizaron resultados inmediatos, pero que violentaron los derechos fundamentales de muchas personas.

Una de estas, y la más que ha circulado en los medios es la Ley Antimaras, también denominada Decreto No. 154. Esta ley fue adoptada según su primer articulado para establecer «un régimen especial y temporal para el combate legal de las agrupaciones conocidas como maras o pandillas». Luego de su adopción miles de pandilleros y personas vinculadas a estos grupos fueron arrestados. Sin embargo, se les privó de su libertad de forma arbitraria y una vez en la cárcel se les condenó sin derecho a juicio.

De modo que, dichas medidas fueron aprobadas en contra de las disposiciones en los artículos 11 y 12 de la constitución salvadoreña.

Art. 11. – Ninguna persona puede ser privada del derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad y posesión, ni de cualquier otro de sus derechos sin ser previamente oída y vencida en juicio con arreglo a las leyes; ni puede ser enjuiciada dos veces por la misma causa. Toda persona tiene derecho al habeas corpus cuando cualquier individuo o autoridad restrinja ilegal o arbitrariamente su libertad. También procederá el habeas corpus cuando cualquier autoridad atente contra la dignidad o integridad física, psíquica o moral de las personas detenidas.

Art. 12. – Toda persona a quien se le impute un delito, se presumirá inocente mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley y en juicio público, en el que se le aseguren todas las garantías necesarias para su defensa.La persona detenida debe ser informada de manera inmediata y comprensible, de sus derechos y de las razones de su detención, no pudiendo ser obligada a declarar. Se garantiza al detenido la asistencia de defensor en las diligencias de los órganos auxiliares de la administración de justicia y en los procesos judiciales, en los términos que la ley establezca.Las declaraciones que se obtengan sin la voluntad de la persona carecen de valor; quien así las obtuviere y empleare incurrirá en responsabilidad penal.

Es desde ese entonces que la comunidad internacional, al igual que familiares y conocidos de estas personas se han manifestado en contra de las practicas de tortura y violaciones del debido proceso de ley. No obstante, hay un gran porcentaje de personas que apoyan al actual presidente debido a estas políticas anticrimen que ha implantado y continua promoviendo.

Cabe mencionar que esta medida es la que ha impulsado al actual presidente a querer enmendar de forma abrupta la constitución salvadoreña con motivo de permanecer en el poder.

En la Constitución de El Salvador como antes mencionado existen varios artículos que prohíben la reelección inmediata de el Primer Mandatario. Pero los más importantes son los siguientes.

El primer artículo que hace referencia a estas limitaciones es el artículo 152 en su primer inciso; «No podrán ser candidatos a Presidente de la República: 1. -El que haya desempen?ado la Presidencia de la República por más de seis meses, consecutivos o no, durante el período inmediato anterior, o dentro de los últimos seis meses anteriores al inicio del período presidencial».

Entre estos se encuentra el artículo 154 el cual dispone que: «El período presidencial será de cinco años y comenzará y terminará el día primero de junio, sin que la persona que haya ejercido la Presidencia pueda continuar en sus funciones ni un día más». Por lo tanto, en estos momentos y con el apoyo de cinco magistrados el presidente Bukele ha optado por la reelección inmediata y ha sobrepasado el término estipulado en la constitución. Puesto que al día de hoy este lleva al mando 5 años y tres meses.

Otro de los artículos que prohíbe la reelección es el artículo 248, en el que se estipula que: «No podrán reformarse en ningún caso los artículos de esta Constitución que se refieren a la forma y sistema de gobierno, al territorio de la República y a la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República».

Bukele, aunque ha demostrado tener una gran aceptación se ha convertido de cierto modo en el dictador más audaz del siglo veintiuno.

El futuro

El futuro de Latinoamérica es incierto. Los principios de separación de poderes han sido de cierto modo olvidados. Es aún más evidente que el poder ejecutivo en países como El Salvador dicta de forma arbitraria. Lo que deja a la deriva a millones de personas, que como todos buscan vivir dentro de una sociedad en la que se les garantice sus derechos fundamentales e inherentes.

Lamentablemente, cada vez más los líderes políticos hacen ver que la historia puede repetirse, no una sino varias veces. Es por esto que es imprescindible que los ciudadanos estén sumamente informados antes de escoger a quienes los representarán. De este modo Latinoamerica no sucumbirá al mismo destino que Macondo.

«Macondo estaba en ruinas. En los pantanos de las calles quedaban muebles despedazados, esqueletos de animales cubiertos de lirios colorados, últimos recuerdos de las hordas de advenedizos que se fugaron de Macondo tan atolondradamente como habían llegado».
– Gabriel García Márquez (Cien Años de Soledad)

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