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La Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA, por sus siglas en inglés) está revisando la información técnica enfocada en los límites de contaminación de las nuevas plantas energéticas bajo las Normas de Mercurio y Tóxicos de Aire, basadas en nueva información provista por partes interesadas de la industria después de que la regulación fue finalizada. Esta revisión, la cual no es fuera de lo común en el caso de normas importantes, no tendrá un impacto en los estándares alcanzables y costo eficaces ya establecidas para plantas energéticas existentes que protegen a millones de familias de la contaminación atmosférica. Al moverse rápidamente en la revisión de esta nueva información, la acción proveerá una mayor certeza para las cinco futuras instalaciones planificadas en los estados de Georgia, Kansas, Texas y Utah que están cubiertas por estas normas. Esta revisión no cambiará los costos anticipados ni los beneficios a la salud pública.
Las Normas de Mercurio y Tóxicos de Aire de la EPA son los primeros estándares nacionales para proteger a ciudadanía de la contaminación proveniente de las emisiones de plantas eléctricas, como el arsénico, gas ácido, níquel, selenio y cianuro. Al asegurar que las plantas energéticas existentes instalen equipo ampliamente disponible para el control de la contaminación, las normas prevendrán hasta unas 11,000 muertes prematuras y unos 4,700 ataques de corazón al año. Estas normas prevendrán 130,000 casos de síntomas de asma infantil y hasta unos 6,300 casos menos de bronquitas aguda entre niños cada año.
La EPA revisará los asuntos de monitoreo relacionados con los estándares de mercurio para nuevas plantas eléctricas y abordará otros asuntos técnicos como estándares de contaminación de gas ácido y partículas de materias. La revisión de la agencia no cambiará los tipos de controles de contaminación de tecnología avanzada para las nuevas plantas que habrán de usar para reducir esta contaminación dañina.
Este tipo de revisión, conocida como una "reconsideración" es una herramienta rutinaria que la EPA frecuentemente utiliza para asegurar que sus estándares incorporen toda la información relevante, en casos donde esta información se hace disponible tan solo después de que una regulación haya sido promulgada. La decisión de la agencia de reconsiderar las normas de nuevas fuentes refleja su continuo compromiso de trabajar con la industria y otras partes interesadas para asegurar que todos los estándares de la EPA protejan la salud pública a la misma vez que sean alcanzables y costo-efectivas. La agencia seguirá un proceso acelerado, abierto y transparente que incluya comentarios públicos sobre cualquier cambio propuesto. La agencia completará el proceso de reglamentación para marzo del 2013 y también usará su autoridad conforme a la Ley de Aire Limpio («Clean Air Act») para suspender los estándares finales para las nuevas plantas energéticas durante un plazo de tres meses mientras se efectúe esta revisión.
Para más información (en inglés): http://epa.gov/mats/actions.html