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por Rolando Emmanuelli Jiménez, JD, LLM y Yasmín Colón Colón, CPA, MBA, JD / Debido Proceso de Ley
Como hemos visto en los artículos pasados, bajo el Código de Quiebras Federal los individuos, aún cuando operen como negocios, tienen varias alternativas para radicar una quiebra.
La primera opción es el Capítulo 7, que es el plan de liquidación de activos para la obtención de una descarga o liberación de las deudas que el Código de Quiebras permite eliminar. Hay que tomar en cuenta que el Capítulo 7 también aplica a los negocios que estén o no incorporados, tanto como a las sociedades.
Además, los individuos tienen disponible el Capítulo 13, que establece un plan de pagos de 3 a 5 años, dependiendo de la situación económica del deudor. El Capítulo 13 tiene unos límites en cuanto al monto de las deudas, que si se excede, ese individuo tiene que radicar la quiebra bajo el Capítulo 11. Un individuo que quiera radicar una quiebra bajo el Capítulo 13 no puede tener deudas no aseguradas mayores de $360,475.00 ni aseguradas de más de $1,081,400.00. Si se excede de estas cantidades, como hemos mencionado, la opción que tiene el individuo es el Capítulo 11.
En este artículo vamos a discutir la quiebra bajo el Capítulo 11 cuando se trata de un individuo o personal natural. Cuando decimos individuo o persona natural, es necesario aclarar que puede ser un matrimonio.
La persona natural puede beneficiarse de las disposiciones del Capítulo 11 sobre pequeños negocios cuando sus deudas no excedan de $2,343,300.00. Como vimos en el artículo anterior, la quiebra de los pequeños negocios bajo el Capítulo 11 tiene ciertas ventajas que hacen el proceso más rápido y económico.
Es necesario recordar que cuando se trata de un pequeño negocio bajo las disposiciones del Capítulo 11, el periodo de exclusividad para someter el plan de reorganización es mayor que cuando se trata de un negocio ordinario, y la corte debe aprobar el plan en un periodo mucho más corto.
Es necesario aclarar que el Capítulo 11 puede aplicar a individuos, aunque estos no se estén dedicando a actividades de negocios. Es decir, puede ser deudas de consumo aseguradas o no aseguradas que excedan las cantidades establecidas como límites bajo el Capítulo 13, aunque estas no tengan relación con un negocio en marcha o profesión.
Cuando se trata de una quiebra de individuos bajo el Capítulo 11, la orden de paralización bajo la sección 362 del Código Federal, tiene prácticamente las mismas excepciones que en los casos de Capítulos 7 y 13. Por ejemplo, no paraliza el pago de pensiones alimentarias, los procesos criminales y los desahucios por no pagar la renta, entre otros.
Bajo el Capítulo 11, un individuo o un matrimonio también son deudores en posesión. Es decir, que tienen la facultad de administrar sus actividades económicas con poca intervención del síndico, los acreedores o la Corte. No obstante, como ocurre en los casos de Capítulo 11 de negocios, si se establece que esta administración no es apropiada o que puede estar manchada por indicios de fraude, los acreedores podrían solicitar y la Corte nombrar, a un síndico administrador. En ese caso, ya el deudor no estaría en posesión de sus bienes.
Cuando se trata de una quiebra de individuo bajo el Capítulo 11, le aplican ciertas limitaciones del Capítulo 13. Debe notarse que una quiebra de individuo bajo el Capítulo 11 es muy similar a una bajo el Capítulo 13. Lo que se persigue en ambos, es el establecimiento de un plan de pagos a los fines de satisfacer el máximo de las deudas que deberían pagarse en el caso de que el individuo recurra a una liquidación bajo el Capítulo 7. Esto tiene que ser así, porque en caso contrario, las disposiciones del Código de Quiebras que aplicarían serían las de Capítulo 7. No tendría sentido un de plan de pago si al final del camino los acreedores recibirán menos que en una liquidación total de los bienes.
Entre las limitaciones del Capítulo 13 que se pueden mencionar están las siguientes:
La Sección 1141 (d)(2) dice que la descarga de las deudas está sujeta a las limitaciones de las Sección 523, dentro de las cuales se incluyen las pensiones alimentarias, los préstamos estudiantiles, las multas y penalidades, etc. Es decir, que siempre las descargas estarán limitadas por las determinaciones de política pública que establece la referida Sección 523.
Para que la Corte libere al deudor de las disposiciones del Capítulo 11, tiene que terminar el plan de pagos que se haya fijado, con las modificaciones que se hayan llevado a cabo. En los casos que se pueda establecer circunstancias extraordinarias o «Hardship». El deudor podría solicitar una descarga de las deudas sin haber terminado el plan de pago. Sin embargo, para que se autorice esta descarga de las deudas, los acreedores tienen que recibir al menos los que hubieran recibido bajo una liquidación bajo un Capítulo 7 y que la modificación del plan no sea práctica o razonable dentro las circunstancias del caso.
Cuando se trata de individuos, las disposiciones del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras establecen prácticamente una combinación entre el proceso bajo el Capítulo 13 y el Capítulo 11. En dónde es que se va a ubicar un individuo, va a depender del monto de sus deudas.