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Desde pequeña Laura Mojica Ballestero estuvo expuesta al quehacer jurídico. Motivada por sus padres, quienes son profesionales del derecho, Mojica Ballestero reconoció que una de sus metas era convertirse en abogada.
En el transcurso de sus estudios subgraduados en Ciencias Políticas por la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras (UPR), se expuso a temas relacionados con los derechos de las personas trabajadoras. Si bien, su trabajo como mesera despertó un interés en la industria de los restaurantes y los derechos laborales de este sector.
«En efecto, el derecho laboral es un área al que me quiero dedicar y laboro actualmente en un bufete que se dedica al derecho laboral. He tenido la oportunidad de entrar en ese campo», expresó en entrevista con Microjuris.
Para cumplir su sueño de convertirse en abogada, Mojica Ballestero cursó sus estudios en la Escuela de Derecho del primer centro docente del país. Con relación a su paso por la Escuela, aseguró que el primer semestre fue uno de los más retantes. Contó que la dificultad recae en que hay que aprender temas complejos y un nuevo idioma, como al que se enfrentó al tomar la clase de derechos reales.
Sin embargo, con el apoyo de sus amigas y amigos y el profesorado logró sobrepasar los retos que representa el primer semestre.
«Es bien gratificante porque yo estudié Política y, aunque muchas personas piensan que va de la mano con estudiar Derecho, en realidad no lo es. Son áreas completamente diferentes y el enfoque es distinto. Fue retante, pero gratificante porque me expuse a algo nuevo y me gustó», confesó.
Mojica Ballestero nunca imaginó que obtendría la nota más alta en el examen de admisión a la abogacía administrado en septiembre de 2024. Aunque reconoció que se esforzó y estructuró para repasar las materias de la mejor forma posible, le sorprendió la noticia.
Reconoció que durante sus estudios en Derecho dominaba más algunas materias que otras. A la hora de prepararse para el examen de la reválida lo tomó en cuenta. Además de los repasos, buscó apoyo en sus profesores para aclarar dudas y lagunas que surgían en el proceso de estudio.
Desde principios de junio comenzó a familiarizarse con los mamotretos y temas que no repasaba desde su primer año. Comenzaba a estudiar desde las 8:30am y terminaba a las 6:00pm. Solo tomaba una hora de receso y volvía a estudiar. Al principio, se tomaba el tiempo necesario para cada materia y ya después estudiaba una materia por día, que es la calendarización intensiva.
Además de tomar dos repasos, la organización y estructura fueron indispensables para lograr el tan anhelado «pass».
«No me lo esperaba para nada. Yo estaba sorprendida, aun lo estoy. No lo he procesado completamente. Me siento muy orgullosa de mí porque fueron tres meses muy retantes. Pasaba 8 horas o más diarias estudiando. No salía, y me perdí muchas actividades. Fue difícil y por eso me siento muy orgullosa de mí», manifestó.
De igual forma, destacó que hay distintas formas de estudiar y, en su caso, priorizó estudiar sola los primeros meses.
«Yo siempre he sido una que me gusta estudiar sola, pero sí el último mes de la reválida me reunía con mis tres amigas para practicar las preguntas de la reválida. En la reválida una va a estar sola y por eso yo quería tratar de estudiar lo más que yo pudiera sola», mencionó.
Cuando se acercaba el momento del examen, el estrés y la ansiedad eran inevitables. Siempre fue de las personas que estudia hasta el último minuto, pero para la reválida no pudo hacerlo.
«El estrés que tenía no me lo permitía. Ese día antes solo escuché grabaciones, pero no me senté a estudiar. Dije: ‘Lo que no te sabes, no te lo vas a aprender. Confía porque lo que estudiaste fue suficiente'», indicó.
Ya a la hora del examen intentó bloquear y sentirse como si estuviera en su casa estudiando.
Mojica Ballestero labora en el bufete Porro Vizcarra y busca continuar desarrollándose en otros ámbitos del Derecho.