Por Daniel Rivera Vargas

Libros de Sonia Sotomayor, la jueza puertorriqueña del Tribunal Supremo de Estados Unidos, se encuentran entre los libros recientemente proscritos en partes de Estados Unidos.

De acuerdo al reporte Banned in the USA preparado por la organización Pen America, la biografía de Sonia Sotomayor es uno de 1,500 libros prohibidos recientemente en diversas escuelas en Estados Unidos, junto a las biografías de otras figuras como la del expresidente Barack Obama y la de su esposa Michelle Obama, la cantante Celia Cruz, la científica ganadora de dos premios Nobel Marie Curie, la poetisa Maya Angelou, entre otros.

El caso más reciente trascendió en estos días, aunque se trata de una veda de diciembre, esto en el condado de Duval, en Florida, donde ha quedado censurados el libro Sonia Sotomayor (Women Who Broke the Rules Series), por Kathleen Krull and Angela Domínguez , como parte de 142 otros textos, uno de ellos una biografía del estelar astro del béisbol Roberto Clemente.

Aunque recientemente trascendió que se restringió el libro de Sotomayor en un condado de Florida, ha ocurrido en otros estados.

Por ejemplo, de acuerdo a la organización no gubernamental Biographers International, se llegó a prohibir el libro en comunidades del sur de Pennsylvania, junto a textos sobre la figura cimera de derechos civiles Rosa Parks.

Los libros vedados de Sotomayor en Pennsylvania, que luego por la presión pública levantaron la veda, incluye «¡Solo pregunta!" y «Sonia Sotomayor: a judge grows in the Bronx».

Según la reseña de Biographers International, los libros prohibidos abordan temas como la justicia social y raza, y Pen America entiende que es parte de un esfuerzo concertado de censura.

«Muchos estadounidenses pueden concebir desafíos a los libros en las escuelas en términos de padres reactivos, o aquellos simplemente preocupados después de hojear un libro de bolsillo en la mochila de su hijo o escuchar una pregunta sorprendente sobre una novela planteada por su hijo en la mesa. Sin embargo, la gran mayoría de las prohibiciones de libros en curso hoy en día no son expresiones espontáneas y orgánicas de preocupación ciudadana. Más bien, reflejan el trabajo de un número creciente de organizaciones que han hecho de la exigencia de censura de ciertos libros e ideas en las escuelas parte de su misión», dice Pen America.