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El padre de la Lcda. Claudia B. Fontanet Rodríguez, abogada con experiencia en temas de ciencias políticas y los derechos humanos, es un hombre que ha ocupado numerosos puestos públicos, es autor de libros y profesor.
Es una figura ampliamente citada en los medios de comunicación y ha dirigido desde grandes organizaciones centenarias hasta pequeños grupos que utilizan la ciencia para salvar vidas.
Sin embargo, a pesar de esa relevante trayectoria pública, académica y social, la joven abogada lo que más resalta de su padre es su humildad.
Claudia, de 26 años, es la menor de los tres hijos de Julio Fontanet Maldonado, de 60 años y decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana de Puerto Rico.
Como parte de una serie de reportajes para el Día de los Padres, Microjuris entrevistó a algunos abogados destacados en el archipiélago que han visto cómo sus hijos o hijas han seguido sus pasos y también han escogido el derecho como el camino profesional y ciudadano a seguir.
«De primera instancia quisiera emular (de mi papá) que siempre he admirado la forma en que hablan de él, que es humilde y amable con las personas. Que uno tiene ciertos puestos, pero siempre he admirado que se mantiene humilde a pesar de todo, y eso lo mantengo siempre presente», sostuvo la letrada.
Además de decano de Derecho, el exabogado de la Sociedad para Asistencia Legal es un expresidente del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico, dirige el Proyecto Inocencia en Puerto Rico que busca ayudar a convictos injustamente a salir en libertad, y ha ocupado altos puestos en estructuras políticas como el Movimiento Unión Soberanista (MUS).
Fontanet Rodríguez indicó que otro atributo de su papá es el enfoque hacia el trabajo fuerte y cómo está consciente de que «las cosas materiales son algo que no llena como persona».
Cuando se le pregunta si hay algo que trataría de hacer distinto a su papá con respecto a la abogacía, Fontanet Rodríguez manifestó que a ella le interesa la política, quisiera ser más activa en la política y exponer lo que se debe hacer en Puerto Rico.
«Quizá tirarme un poco más a la calle», afirmó.
Mientras, su padre comentó que desde pequeña en su vida su hija se proyectaba encaminada hacia el Derecho.
«A mí no me sorprendió porque desde chiquita, uno veía cierta competencia y destrezas compatibles con la abogacía, y de igual manera siempre estuvo muy activa en el deporte, y la veía bien muy competitiva, que es una cualidad importante cuando se va a ejercer como abogado, especialmente si es abogado postulante», aseguró el expresidente del Colegio de Abogados y Abogadas.
Contrarios a Claudia y a su padre, los otros hijos de Fontanet Maldonado se desempeñan en ámbitos ajenos al Derecho: su hija Patricia se dedica al estudio de la ciencia, mientras que Julio Andrés a la contabilidad y las computadoras.
«Yo nunca le inculqué a ninguno de mis hijos a ser abogados, pensé que debía ser orgánico», sostuvo Fontanet Maldonado. «Para mí fue una gran satisfacción (que Claudia se dedicara al Derecho) y que lo hiciera de la forma tan exitosa como lo hizo.... Le da a uno mucha satisfacción y tranquilidad también», expresó.
Fontanet Rodríguez sostuvo que un consejo que recibió de su papá temprano en el estudio de la abogacía y que atesoró fue cuando este le comunicó que, aunque al comenzar en la Facultad de Derecho iba a quererse involucrar en muchas cosas, que se enfocara en las clases, en aprender de Derecho.
Aunque la abogada entiende que cumplió «en un 50% con el consejo», el padre entiende que sí lo hizo, porque parte de lo que dedicó su tiempo en la Facultad de Derecho fue que ella estuvo muy involucrada en el equipo de litigación, y también como directora de la Revista Jurídica. «Ambas áreas iban dirigidas a suplementar todo el aprendizaje de la Facultad».
Claudia estudió Derecho en la Interamericana, así que coincidían constantemente en el campus. «Cuando veía a mi papá en el pasillo nos saludábamos, era algo muy normal», agregó la letrada.
«Claudia no era quejona, resolvía sus propios problemas. ¡Mira que hay estudiantes quejones! pero ella no», agregó el padre.
Fontanet Maldonado entiende que su hija ha tenido un desarrollo académico superior al suyo, incluso escribiendo textos desde mucho más joven que cuando él comenzó a redactar.
Expresó que entiende que tiene el potencial para estudios graduados «y luego quizá regresar a la cátedra».
«De pequeña me molestaba que mi papá me llevara a los lugares (juegos de voleibol, casa de una amiga etc) porque él siempre ponía radio AM y no me dejaba poner música. Ahora, también me paso escuchando radio», recordó entre risas la abogada cuando este medio le preguntó sobre qué cosas ha adoptado o emulado de su padre.