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¿Cuáles son los sectores en los que se proyectan mayores ventajas para los puertorriqueños ante la nueva realidad cubana? Un estudio de la firma Estudios Técnicos, presenta observaciones puntuales al respecto
Por Ana Teresa Toro
Para Microjuris
Dos cosas son importantísimas cuando llegan las oportunidades: hay que atreverse a arriesgarse y hay que identificar el momento preciso. Esto, bien podría aplicar para prácticamente todo en la vida, pero cuando se trata de un nuevo marco político y económico, son muchas más las personas que deben estar dispuestas al riesgo y atentas a los cambios para poder reaccionar a tiempo.
Cuba: Inversión, Comercio y Garantías Financieras
Separa la fecha del 4 y 5 de noviembre de 2015 – MATRICÚLATE AQUÍ
De eso se nutrirá el éxito o el fracaso de la integración de Puerto Rico al nuevo orden económico que se perfila para el Caribe isleño, tras los anunciados y encaminados cambios en las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos. Y, aunque aún sigue vigente el embargo con sus inherentes limitaciones, el momento de moverse si se quiere aprovechar saludablemente la circunstancia es ahora.
La firma Estudios Técnicos, Inc. preparó a finales del año pasado un estudio, orientado a la realidad puertorriqueña, denominado «Posibilidades de negocios en Cuba«, en el que destacan algunas de las principales áreas de oportunidad a explorar por el empresario puertorriqueño. A su vez, advierte acerca de la importancia de preveer la sacudida económica que pueda generar el la isla esta apertura hacia Cuba.
El estudio, por ejemplo, identifica como la mayor desventaja a tener en cuenta el hecho de que hay otros países y estados que tienen mucha más penetración en Cuba que Puerto Rico. Sin embargo, con acción clara y enfocada en las verdaderas áreas de oportunidad, podría subsanarse esa «debilidad».
Por un lado, se destaca el caudal de conocimiento técnico y científico que posee Puerto Rico dentro de la industria farmacéutica. Algo que, muy bien, podría trabajar en beneficio de la importante base de investigación que existe en Cuba en las áreas de la biotecnología y la ingeniería genética, aunque aún no se ha visto un desarrollo en la producción en estos campos.
«Una apertura aceleraría la producción de productos desarrollados, resultado del trabajo de científicos cubanos. El sector bio farmacéutico de Puerto Rico podría, inclusive, proveer conocimientos necesarios para la manufactura», lee el documento en el que se enfatiza además que la infraestructura puertorriqueña en el área de la producción farmacéutica es mucho más amplia y enfocada en productos desarrollados en instituciones estadounidenses y se proyecta que, en esa primera etapa en Cuba, se concentren los esfuerzos en producir los resultados de investigaciones cubanas.
Otra área que puede ser de oportunidad, siempre y cuando se actúe con premura y precisión, lo es el renglón del turismo, uno de los que más discusión, preocupación e interés ha generado en Puerto Rico. Al momento no se observará el mayor impacto, ya que para ello deberá levantarse la ley del embargo. Hasta ese momento, no se permiten los viajes de turismo por placer. Ahora bien, de todos modos se espera que haya un aumento en los viajes de turistas estadounidenses a Cuba y una vez quede levantado el embargo (algo que podría esperarse incluso en los próximos meses), se espera con certeza que ese aumento sea sustancial. Por ello, la industria turística puertorriqueña debe tomar acción para contrarrestar el impacto negativo en Puerto Rico.
Para ello, el estudio recomienda, el que se insista en que «el desarrollo turístico de Puerto Rico no puede descansar en el ofrecimiento de paquetes de viaje baratos, al margen de lo que ocurra en Cuba». Igualmente, expone como posibilidad el que los posibles paquetes de bajo costo en Cuba no tendrán un impacto mayor al que nuestra isla experimenta con paquetes similares en la República Dominicana.
Otro aspecto que se analiza lo es la posibilidad de que empresas americanas se muevan hacia el desarrollo y mejoramiento de hoteles de cuatro y cinco estrellas, lo que generaría una competencia directa en nuestra isla. Ante ello, hay que reaccionar, advierten.
También están las posibilidades colaborativas y lo que Puerto Rico tiene que aportar al desarrollo del turismo en Cuba, como lo es el conocimiento y experiencia en el área del turismo de convenciones, congresos y eventos internacionales.
Finalmente, y más allá de esos dos grandes campos -el turismo y la industria farmacéutica- el estudio repasa e identifica un diverso abanico de posibilidades de penetración económica y de intercambio entre Puerto Rico y Cuba a la luz del nuevo escenario. Áreas como la asesoría legal (habrá diversidad de trámites con empresas estadounidenses, trámites de regulaciones federales, etc) en la que muchos abogados puertorriqueños ya son expertos; otras como el área de los recursos humanos, las escuelas de inglés y el entrenamiento para el personal ejecutivo, la publicidad, la construcción y la gerencia de proyectos, la banca, seguros y bienes raíces, la educación privada, así como la informática y las telecomunicaciones.
Las posibilidades son diversas. El tiempo apremia. Y la ventana abrió ya. No hay que esperar por la puerta ancha para entrar.