Por Daniel Rivera Vargas

En Puerto Rico se han casado 3,152 menores en los pasados 5 años, estos de entre las edades de 16 y 20 años, según datos oficiales del Registro Demográfico, adscrito al Departamento de Salud.

Los datos que corresponden al periodo 2018 a 2022 representan sólo un 5% de las 61,427 personas que se casaron en ese periodo en Puerto Rico, según el demógrafo Norberto Santana, quien trabaja en el Registro.

«(La cantidad de menores) está muy por debajo al total de los matrimonios de las personas mayores de edad», sostuvo.

Desde hace décadas, en Puerto Rico se permiten los enlaces matrimoniales de menores de edad bajo ciertas circunstancias, como el permiso de los padres, aunque hubo un cambio significativo en el 2020, explicó en una breve declaración escrita la directora del Registro, Wanda Llovet Díaz.

«Desde el nuevo Código Civil los matrimonios de menores de edad no están permitidos. De 18 a 20 años si ambos padres autorizan, pueden casarse», sostuvo Llovet.

Anteriormente, bajo el Código Civil de 1930 se permitía casarse a personas tan jóvenes como 14 años. Según datos provistos anteriormente por el Registro Demográfico, del 2010 al 2016 se casaron unas 1,945 mujeres entre las edades de 14 a 17 años; y 32 de ellas con solo 14 años.

El demógrafo Santana recordó que la cifra de matrimonios es independiente de la cantidad de personas que conviven y que no están casados.

Desde la academia

Para la profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Esther Vicente, el cambio de edad del nuevo Código responde en realidad a equiparar las edades entre hombres y mujeres.

Explicó que en la Ley de 1930 los que se podían casar con 16 años eran las mujeres, por lo que había un discrimen contra los hombres que para casarse tenían que llegar a los 18 años. Ahora todos comienzan con 18 años.

El tema de la edad en las parejas ha sido altamente debatido en tiempos recientes con el caso de una menor de 13 años que falleció, pero que fue llevada al hospital por un hombre de 27 años. El hombre se identificó inicialmente como «su pareja».

«No pueden casarse, pero están estableciendo relaciones de pareja, al dar un consentimiento que no puedan dar antes de los 16 años. Una joven a esa edad, en vez de estar estudiando y preparándose para el futuro, se inserta en una relación de pareja con las presiones que esto representa parece detrimental para el desarrollo de las mujeres», indicó la catedrática.

«Lo que habría que hacer es énfasis en la importancia de la educación, de explicarla a las jóvenes, darle herramientas para que puedan lidiar con los abusos, las presiones, las manipulaciones de personas que puedan ser mayores que ella y de personas de la familia. Necesitamos aumentar la educación a todos los niveles, con perspectiva de género y cómo la violencia muchas veces es ejercida mediante manipulaciones, mientras más joven una persona es más expuesta a esas manipulaciones. Y cuando esas manipulaciones se convierten en violencia no es fácil salir de ese ciclo», señaló Vicente.

Planteó, igualmente, que los matrimonios de personas menores de 16 años que se registraban bajo el viejo Código eran, a su entender, anulables, porque aunque se permitían bajo el viejo Código Civil, eran relaciones castigables bajo el Código Penal, «el planteamiento que hemos hecho es que si el Código Penal dice que no se puede consentir, pues no se puede casar».

Pero, aún así se daban esas bodas, reconoció, «parece que algunos jueces, pastores, curas, casaban, aunque el Código Penal lo prohibía».

«Históricamente las mujeres las casaban muy jovencitas. Antes de que el Código pusiera límites, aparentemente había muchas situaciones, donde las jovencitas las buscaban los hombres de más edad que ella. Son procesos que se alimentan de cierto modo por la cultura popular, la falta de formación adecuada en todos los ámbitos sobre las implicaciones de establecer una relación de pareja a temprana edad. Hay un desbalance de poder y eso da lugar a situaciones de violencia y de abusos de todo tipo», añadió.

Mientras, Migdalia Fraticelli Torres, de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, dijo que el hecho de que haya personas casándose con 16 años en la estadística provista por el Registro Demográfico son uniones legales si ocurrieron antes del 28 de noviembre de 2020, cuando entró en vigor el nuevo Código.

«No creo que ningún notario u oficiante se hubiera atrevido a casar a un menor de 18 años porque ese matrimonio es nulo completamente bajo el nuevo Código Civil. Esa estadística refleja seguramente a los que se casaron entre 2018 y el 28 de noviembre de 2020», dijo Fraticelli Torres.

Atrás quedó el ordenamiento anterior que permitía que «niñas que hubieran quedado embarazadas» se casaran, dijo la catedrática.

Esto era así porque operaba una «política pública de protección de la familia» que permitía aceptar esos matrimonios «ipso facto» con chicas de 14 años si conviven y estaban embarazadas.

Actualmente hay una «política de protección de la niñez» que pone la edad mínima para casarse con consentimiento de los padres en los 18 años,  algo que aun con ser un cambio en relación al viejo código «es más conservador» que, en otras jurisdicciones, y que además responde a ciertas realidades sociales.

«El Código responde a una realidad social y ya hay una aceptación de que el joven una vez se gradúa de cuarto años... Hay unos marcadores sociales, culturales, interesantes, y en la nuestra el que una persona termine su educación primaria en cuarto año, presenta a una persona como que tiene capacidad para trabajar, conducir, ir al ejército, y contraer matrimonio, como un adulto en ciernes. Es lo que se llama capacidad progresiva», dijo la catedrática.

«El Código reconoce esa doctrina internacional de capacidad progresiva, que se va a estar permitiendo hacer algunas cosas según su madurez, como manejar dinero, trabajar, entender la obligación de mantener un hijo. Los 21 años de edad no son un acto de magia, no es que está el bizcocho con 21 velas y ya es un adulto con plena capacidad. No, el derecho tiene que hacer ajustes y ya con 18, cuando ha terminado su educación primaria, pues ya se entiende que pueden estar capacitado para algunas responsabilidades».

La intención del estado de regular la edad para los menores casarse responde a que se trata de personas que posiblemente no comprendan las consecuencias jurídicas de sus actos, dijo Fraticelli Torres.