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Una mujer que demandó al Departamento de Corrección de Washington DC por discrimen por razón de sexo, aún espera por la resolución final de su demanda desde hace 27 años, cuando fue presentada.
La demanda que seguramente representa un hito en la historia del litigio en Estados Unidos, fue presentada por Deborah Jean Bryant en el 1990. La mujer, que hoy día tiene 59 años, trabajaba como mecanógrafa en el Departamento de Correción. En ese entonces demandó a su ex supervisor, pues le negó un ascenso porque esta no aceptó sus acercamientos sexuales. En el 1992, el director del Departamento de Derechos Humanos y Desarrollo e Pequeños Negocios, oficina hoy inexistente, falló a su favor.
Sin embargo, en lugar de recibir la reparación que le correspondía, los demandados mantienen una disputa sobre el dinero que le deben- el que ahora incluye casi tres décadas de intereses. El caso ha sido atendido por nueve jueces, los que aumentaran a diez esta semana, cuando está citada una nueva vista. Su abogado, Robert Adler, que la ha representado desde que entró en su oficina en el centro de Washington para su primera cita en 1990, dijo que su caso es «indudablemente» el más antiguo del Distrito y tal vez del país.
En 1987 Bryant comenzó a trabajar con John Lattimore, un administrador de prisión que según publicado por The Washington Post, disfrutaba socializar con sus subalternos. En su oficina los empleados salían juntos a conciertos y fiestas, a los que Lattimore y Bryant salían. Sin embargo, según Bryant, su jefe comenzó a invitarla a salir diciéndole que tenía un buen trasero. En otra ocasión, le dijo a un compañero de esta, estando ella presente, que «ella podría tener todo lo que quisiera, si hacía lo correcto».
La mujer también testificó que Lattimore le repetía que estaba enamorado y que si ella quería, podía sentarse en su falda como Santa Claus.
Bryant explicó que no se quejó rapidamente, ya que la agencia estaba en proceso de transigir una demanda por acoso sexual presentada por varias mujeres. Además, tenía miedo de que Lattimore le impidiera ascender.
Aunque la mujer ganó la demanda en el 1992, el Departamento de Correción apeló la decisión y por los próximos 11 años estaría en disputa sobre los méritos de la decisión. Luego, nueve años más serían necesarios para que se resolviera la dispuesta relativa a sueldo no pagado de los años 1980 y 1990. En 2012, un panel del Tribunal de Apelaciones determinó que Bryant tenía derecho al interés, declarando que había «soportado una dura y complicada tragedia».
Incluyendo los intereses, el pago total llegó a 150,000 dólares, de los cuales unos 50,000 dólares fueron honorarios de abogado. Durante los últimos cinco años, Bryant y su abogado han estado luchando para reclamar los últimos $52,000 que dicen que se debe, más los intereses.
El caso está pendiente ante un juez de derecho administrativo del Washington DC, sin que haya avanzado lo suficiente como para acabarse pronto.