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«Tenemos que unirnos al llamado que han hecho otros países de cambiar nuestros hábitos, si entendemos que estos son dañinos para nuestro planeta»
Con estas palabras, el representante José Báez anunció la radicación de tres nuevos proyectos de ley cuyo eje central es el cuidado de las playas.
Específicamente la primera de esas medidas, que versa sobre el uso de cigarrillos en la playa, impondría una multa de 250 dólares por fumar en la playa. Si el proyecto se aprobara, las personas que deseen fumar, mientras pasan su día de playa, tendrían que salir de los predios de la playa hasta la calle para poder fumar.
«El cigarrillo encabezó la lista como el contaminante más encontrado en las playas», explicó Báez, refiriendose al día de la Limpieza Internacional de Playas pasado, durante el cual se recogieron aproximadamente 79,540 colillas de cigarrillos.
De aprobarse este Proyecto de la Cámara 1288, se enmendaría el Artículo 2 de la Ley 40, que prohíbe fumar en lugares públicos, y que provee para multas de hasta $2,000 en caso de fumadores reincidentes que consuman sus cigarrillos en los lugares especificados en el texto de la ley.
La segunda medida presentada por Báez, lo es el Proyecto de la Cámara 1287, que propone prohibir las ventas de bebidas en botellas plásticas de menos de 1.74 litros. Bajo esta posible ley, los locales que vendan o regalen botellas plásticas serán multados con 500 dólares por cada una. Báez aludió al impacto negativo de este tipo de producto cuando es desechado porque «puede tardar hasta 1,000 años en descomponerse». El senador aclaró que las botellas plásticas conocidas como «padrinos» u otras con capacidad mayor a los 1.74 litros no estarían prohibidas.
La tercera pieza legislativa anunciada, tiene como propósito otorgar créditos contributivos a entidades que desarrollen campañas que promuevan el reciclaje.
Por último, el representante anunció que su proyecto que impone una multa por el uso de bolsas plásticas en los comercios, será enmendado para cobrar 25 centavos por ese producto, en lugar de un dólar, como se propuso originalmente.
Con estos proyectos, culminó Báez «se estarían eliminando tres de los cinco principales contaminantes que amenazan nuestra fauna marina, nuestros recursos naturales y nuestra salud y al mismo tiempo se propicia en Puerto Rico un ambiente de educación sobre el peligro que representa la mala disposición de los desperdicios sólidos».