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Un juez federal dictó sentencia en la que decidió que un hombre que se alega practicaba la pornografía infantil, y que fuera investigado en 2015, no tenía una expectativa razonable de privacidad sobre su computadora ubicada en su hogar.
El juez de distrito Henry Coke Morgan explicó en dicha determinación que una persona razonable no debe tener expectativa de privacidad en su computadora, ya que la piratería informática es común y mucha de la información sobre las páginas que visitan las personas llega a sus proveedores de Internet.
Por esta razón, el juez Morgan determinó que el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) no necesitaba una orden de registro cuando de forma subrepticia cargó un código de vigilancia («malware») y rastreo en la computadora de Edward Matish III, de 24 años, para determinar su localización. Pero la computadora de Matish no fue la única que fue vigilada en ese entonces, a principios del año 2015. La agencia federal de seguridad instaló el código en cientos de computadoras alrededor del país durante un operativo de vigilancia a un sitio de pornografía infantil llamado Playpen. El operativo duró dos semanas.
En la controversial decisión, el juez Morgan denegó la solicitud de los abogados de suprimir la evidencia por la falta de una orden de registro, argumentando que dicha orden sería demasiado ambigua e irrelevante.
"Los esfuerzos del gobierno por contener a los pornógrafos de niños, terroristas y personas afines no pueden mantenerse congelados en el tiempo. El gobierno debería poder utilizar su propia tecnología avanzada para estar a la par con los métodos criminales nóveles […] Dada la naturaleza especialmente perniciosa de la pornografía infantil y el continuo daño a las víctimas, el balance entre la privacidad y el cumplimiento de la ley, pesa más a favor del gobierno", señaló el juez en su decisión.
En el caso sí hubo una orden de registro general, emitida en febrero del 2015 por la magistrado Theresa Carroll Buchanan en Alexandria, que permitía a investigadores del FBI instalar software malicioso en miles de computadoras alrededor de la nación.
La orden ha sido retada en distintos tribunales donde otros jueces han determinado que era demasiado amplia e inválida – y que la juez sobrepasó los límites de su mandato para computadoras fuera de los límites del distrito Este de Virginia.
Pero el juez Morgan dictaminó que Buchanan estaba dentro de sus límites para emitir la orden – y que de todas formas, el FBI no tenía necesidad de obtener una orden judicial para instalar el código en los ordenadores de las personas.
Debido a las diferentes resoluciones, es probable que la cuestión sea ocupada por varias cortes federales de apelación, y entonces tal vez por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos.
Matish —y otros individuos detectados en la vigilancia— están acusados de visitar y acceder a imágenes pornográficas de niños, muchos de ellos en la etapa de pre-pubertad en el sitio web Playpen.
La noticia fue reseñada por el sitio Daily Press.