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Por Mayra I. Rosa-Pagán, PE, Esq., CPFC

Reflexionar sobre el cierre de este año 2024 y cómo nos fue en los diferentes aspectos de la vida, es un ejercicio de gran valor para posicionarnos en gratitud y apertura. Es una oportunidad excelente para evaluar nuestros logros y desafíos. El análisis de nuestros logros a nivel financiero no es un ejercicio de números solamente, sino que es una buena manera evaluar nuestro progreso para alcanzar una vida plena y armoniosa.

Si repasamos tu año 2024, ¿cómo consideras que resultó para ti desde la perspectiva de aumentar ahorros y reducir tus deudas? Considera la siguiente escala para tu autoevaluación:

• A = Excelente (aumenté ahorros y saldé mis deudas tóxicas);
• B = Bien (bajé deudas y no aumenté más deudas tóxicas);
• C = Neutral (me quedé igual todo el año con deudas);
• D = Preocupante (aumenté deudas y no puedo eliminarlas a corto plazo);
• F = Crisis (no tengo control de mis finanzas).

Hacer esa íntima reflexión de manera sincera es el primer paso para dar un giro beneficioso en el nuevo año. Una buena planificación puede transformar tu vida. Te facilita alcanzar lo que estás buscando en lo económico, así como una transformación en tu rol familiar, en tu comunidad, en tu salud física y mental, y en tu profesión.

Una mirada atenta te permite definir metas específicas y alcanzables, que te provea dirección y motivación. También, será la fuente para tomar decisiones informadas y alineadas con tus necesidades en esta etapa de tu vida. Con el control de tus gastos puedes aumentar tus posibilidades de adquirir bienes, mejorar tu crédito y eliminar las deudas que estrangulan tu capacidad de moverte con flexibilidad en tus decisiones. Adicional a estos beneficios, la planificación te permite prepararte mejor para el futuro. La buena planificación no se centra en el presente únicamente, sino que incluye estrategias para asegurar mayor estabilidad a largo plazo y la posibilidad de disfrutar de una vida sin preocupaciones.

Estableciendo objetivos financieros para el 2025

Estamos en el mejor momento para comenzar el 2025 «con el pie derecho», como decimos coloquialmente, y tener nuestro mejor año. Es un buen momento para definir esas metas de manera estratégica para garantizar que las cumplirás a lo largo de los 12 meses. Establecer objetivos financieros claros es fundamental para cualquier persona que busque mejorar su situación económica. Pero para ello, tienen que estar bien definidos y una de las herramientas más efectivas es el uso de la metodología S.M.A.R.T. (por sus siglas en inglés), que se refiere a metas: específicas, medibles, alcanzables, relevantes y temporales.

Para algunos profesionales, sus objetivos financieros comúnmente incluyen: tener el fondo de emergencia de 3-6 meses, tener fondo para educación y deportes de los hijos, reducir deudas, incursionar en inversiones, comprar su casa o propiedad inmueble para inversión, tener un fondo para retirarse, tener un fondo para irse de viajes frecuentemente o «backpacking», tener dinero para lanzar su propio negocio, entre otros.

Con el sistema S.M.A.R.T. puedes ver claramente qué y cómo lo vas a alcanzar. Aquí tienes un ejemplo:

Específico (Specific): El objetivo debe ser claro y concreto. Por ejemplo, en lugar de decir «quiero ahorrar», se puede establecer «quiero ahorrar $3,000 para un viaje específico».

•  Medible (Measurable): Debe ser posible cuantificar el progreso. Esto puede lograrse mediante el seguimiento del ahorro mensual. Por ejemplo, «sacaré $200 todos los meses para ese viaje específico».
• Alcanzable (Achievable): Debe ser realistas según tus circunstancias y alcanzables dentro de un marco de tiempo razonable. Por ejemplo, «ahorrar $200 al mes» es más realista y viable que «ahorrar $1,000 en un mes».
• Relevante (Relevant): Debe tener un propósito significativo y estar alineados con las metas personales o profesionales. Por ejemplo, «ahorrar para este viaje está alineado con mis intereses de bienestar o me ayuda en mi objetivo profesional».
• Temporal (Timely): Es crucial establecer un plazo para alcanzar el objetivo. Esto crea un sentido de urgencia y ayuda a mantener el enfoque. Por ejemplo, «este viaje es dentro de 12 meses".

Este ejercicio lo puedes realizar con cada uno de los objetivos financieros que te propongas. Es beneficioso comenzar con uno a tres objetivos claves. Mientras vas progresando cada mes, y de manera consistente te mantienes alcanzando cada uno, puedes ir añadiendo otros objetivos. Otra manera es delinear objetivos para cada área de tu vida, y usando esta metodología confirmar que mantienes el enfoque y periódicamente puedes celebrar tus logros.

Para lograr cambios significativos en nuestra vida financiera, es fundamental cultivar una mentalidad de crecimiento, donde cada desafío se vea como una oportunidad para aprender y mejorar. Esto implica estar dispuestos a salir de nuestra zona de comodidad, educarnos sobre finanzas personales, planificar y adoptar hábitos que fomenten la disciplina de ejecutar consistentemente lo que nos proponemos.
Existen recursos disponibles, tanto en cursos y libros como en asesoría y orientación, que te permiten darle un giro a tu situación financiera. Hoy te invito, a tomar acción ahora para que comiences en enero con gran enfoque para asegurar el año próspero que tanto sueñas.

¡Muchas felicidades para ti y tu familia; y que recibas un abundante año 2025!

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