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Un tribunal de apelaciones federal impidió, preliminarmente, que California hiciera cumplir una ley que prohíbe la portación de armas en una gran parte de los lugares públicos.
Específicamente, el Tribunal federal de Apelaciones para el Noveno Circuito revocó la orden de otro panel del Noveno Circuito, tras una moción de reconsideración. La primera determinación del Noveno Circuito suspendía una orden judicial que concluía que la ley californiana violaba la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.
La ley estaba supuesta a entrar en vigor el 1 de enero. Sin embargo, grupos defensores de la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense solicitaron una reconsideración al Noveno Circuito.
La orden que emitió en reconsideración el Noveno Circuito refiere el caso a un panel para que evalúe el casos en sus méritos y establece una argumentación oral en el mes de abril.
La ley se promulgó después de una decisión de junio de 2022 en el que el Tribunal Supremo de Estados Unidos amplió los derechos de portar armas en todo el país.
En el 2022, el Tribunal Supremo sostuvo que la ley de Nueva York que exigía una «necesidad especial de autodefensa» a que quienes solicitaban licencias de portación oculta sin restricciones sí violaba la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
En ese caso, el Tribunal Supremo anuló el proceso de permisos de armas de Nueva York y declaró por primera vez que el derecho a poseer y portar armas según la Segunda Enmienda protege el derecho de una persona a llevar una pistola en público para la autodefensa.
La decisión fue en el caso New York State Rifle & Pistol Association v Bruen.
California estaba entre un grupo de estados con leyes similares a las de Nueva York y, después de la decisión se movió para reformar sus normas de armas de fuego.
Según la nueva ley de California, las personas no podían portar armas ocultas en 26 categorías de «lugares sensibles», incluidos hospitales, parques infantiles, estadios, zoológicos y lugares de culto, independientemente de si tenían permisos para portar armas ocultas.
La ley también prohibía a las personas portar armas ocultas en establecimientos comerciales de propiedad privada abiertos al público, a menos que el operador del negocio coloque un letrero permitiendo a los titulares de licencias portar armas en su propiedad.