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La Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana de Puerto Rico (UIPR) distinguió a la académica y activista María Dolores Fernós como profesora emérita ante su retiro y en Microjuris.com decidimos conversar con la profesora sobre lo que significó el reconocimiento y los consejos que deja para las personas que le acompañaron en su trayectoria y a las que van caminando en la profesión.
El primer consejo de la profesora Fernós fue a las personas que entre sacrificio personal, económico y familiar están terminando la carrera de derecho.
«No está de más recordarles que será un sacrificio que significará un cambio trascendental. Su vida será otra cuando terminen. Esto significará otras avenidas abiertas, un conocimiento del que carecían, una visión de lo que se puede hacer con una herramienta tan poderosa como el derecho. Aprovechen esa oportunidad, porque va a cambiar su vida de una forma extraordinaria. Fui y soy una persona que cree que entre más conocimiento, más poder uno tiene. Todo conocimiento es ventaja. Haya sido una mala o una buena es una experiencia. Son ventajas», sostuvo la profesora.
A las personas que se continúan en la profesión, Fernós las llamó a no rendirse.
«No rendirse es lo principal. Es frustrante estar luchando en grupo, de forma organizada y, sin embargo, ver retrocesos después de grandes adelantos. Pero es un camino que hay que seguir. El que se rinde, pierde en cuanto decide no seguir. No se rindan en el plano de la búsqueda de un mundo más justo», puntualizó.
«La injusticia es el resultado de acciones, leyes, programas, políticas públicas que hicieron los seres humanos. Podemos revertir las acciones del pasado», continuó.
Para la profesora, el derecho es una forma de entender «mejor la sociedad en que vivimos y entender lo que tenemos que hacer para hacerla más justa».
«Me molesta, me irrita y me ofende la injusticia», sostuvo.
Fernós no siempre quiso ser abogada. Más bien, quería continuar estudios en ciencias políticas, pero hace 50 años no había mucha oferta académica relacionada a la disciplina en Puerto Rico.
La profesora nunca pensó que trabajaría en el servicio público. Nunca le pasó por la mente porque no militaba en los partidos gobernantes, pero siempre vio su vida en términos del servicio.
«No era para hacerme rica o para tener bienes materiales, sino para hacer cosas que cambiaran las injusticias», explicó.
La profesora destacó que la distinción fue una sorpresa.
La Junta de Síndicos de la UIPR decidió de forma unánime que Fernós recibiría el reconocimiento.
El reconocimiento fue aún más especial, por el contexto en el que se le otorgó. Desde que comenzó la pandemia por COVID-19 en marzo de 2020, la profesora —según ella misma lo describe— ha estado «recluida en su casa». Solo ha salido para alguna cita médica o a una farmacia.
Pero encontrarse con sus compañeras y compañeros de la facultad, y abrazarles tras la vacunación… «Me di cuenta de la importancia del abrazo. Esa noche lo pude comprobar a la saciedad», sostuvo.
Para la profesora, la mesa de profesores de 11:00 a.m. a 1:00 p.m. en la cafetería de la Facultad de Derecho desarrolló una especie de «espíritu de cuerpo» entre docentes.
Según contó, una de las mayores satisfacciones del reconocimiento son los mensajes que ha recibido de amigas, amigos y de personas que conoció hace mucho tiempo, pero que aún recuerdan conversaciones o lecciones.