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La Cámara de Representantes contemplaba llevar ayer a votación del pleno una propuesta legislativa para declarar la política pública del Gobierno de Puerto Rico en torno al desarrollo de reservas agrícolas en los terrenos comprendidos dentro del Corredor Agrícola de la Costa Norte de Puerto Rico, sin embargo la misma, que cuenta con un informe positivo de la Comisión de Agricultura, fue dejada pendiente para una próxima sesión.
El Proyecto de la Cámara 222, de la autoría del representante José E. Meléndez, ordena la delimitación y zonificación especial para las áreas a reservar dentro del Corredor Agrícola. Además, prohíbe a organismos gubernamentales con autoridad en ley para autorizar o endosar segregaciones de fincas en predios menores de la cabida que tengan al momento de la aprobación de esta ley en aquellos municipios donde ubiquen los terrenos de este corredor.
Lee el Proyecto de la Cámara 222
La medida requiere la identificación y deslinde de todas las fincas con potencial agrícola que sean propiedad de agencias gubernamentales, corporaciones públicas y propiedad privada y, ordena desarrollar e implantar un Plan Integrado para el Desarrollo del Corredor Agrícola de la Costa Norte de Puerto Rico. Establece sobre la disponibilidad de herramientas para la conservación y preservación de terrenos agrícolas como las servidumbres de conservación y la transferencia de derechos de desarrollo, declarando las reservas agrícolas como zonas emisoras de derechos de desarrollo. De igual forma, establece disposiciones sobre exención contributiva para los terrenos en las reservas agrícolas.
El proyecto de ley destaca que, de acuerdo al Censo Agrícola Federal, en el transcurso de los últimos treinta (30) años, Puerto Rico ha perdido 429,875 cuerdas de terrenos que estaban destinados a usos agrícolas. Esto representa una reducción del 43.5% de nuestros terrenos agrícolas, mayormente sustituidos por autopistas, centros comerciales, complejos turísticos y urbanizaciones. En el año 2002 se habían identificado 690,687 cuerdas para uso agrícola. Para el 2007 quedaban 557,528 cuerdas. Es decir, en cinco años el cemento se apoderó 20% de nuestras tierras cultivables. La situación es alarmante. Se afirma que de continuar esta tendencia la próxima generación de puertorriqueños no tendrá posibilidad alguna de desarrollar proyectos agrícolas que garanticen mínimamente nuestra seguridad alimentaria.