Integrar a la sociedad puertorriqueña en la conservación de sus ecosistemas naturales es  esencial para lograr el derecho de acceso a la justicia ambiental.

Esta fue la opinión que compartió la abogada y Directora de Conservación de Terrenos de la organización Para la Naturaleza, Neida Pumarejo Cintrón, quien habló con Microjuris durante el Mes de la Tierra, que se celebra en abril, y a su vez destacó la importancia de redefinir el término legal de la Zona Marítimo Terrestre (ZMT).

"Estamos compitiendo con muchos intereses, y ciertamente, cuando hablamos de estos intereses, el término de justicia puede ser muy acomodaticio, según los medios y el acceso que tengan las personas. Hablamos de temas que no se pueden limitar al concepto ambiental porque la justicia es una sola. La justicia es un término muy grande, y debería permear todo. No deberíamos tener la necesidad de colocarla en contextos específicos", destacó la licenciada durante una entrevista con Microjuris.

Pumarejo Cintrón, además, destacó que la falta de transparencia y el cierre de espacios para la participación ciudadana dificultan el proceso de toma de decisiones ambientales, así como la integración de las comunidades en estos temas.

"Pero, también están las situaciones que cuando tú no tienes las mismas condiciones para todo el mundo, o sea, que no hay justicia, en la distribución de los bienes y servicios, también puedes estar más expuesto a que personas con ciertos intereses, puedan causar daños ambientales. El acceso a la información, y a los recursos, sigue siendo manipulado. Esto va a afectar siempre a las personas que tengan menos recursos a menos que las personas se organicen, se estructuren y hablen", abundó la asesora legal.

Según la Primera Cumbre Nacional de Liderazgo Ambiental de 1991, los principios fundamentales de la justicia ambiental, redimen en la interdependencia de todas las especies y enumeran derechos específicos de los seres humanos con relación al ambiente. Estos incluyen el derecho a estar libre de la destrucción ecológica, la discriminación o el prejuicio, el derecho al uso sostenible de la tierra y los recursos, y la protección contra los desechos tóxicos o peligrosos.

"La maravilla que se ha dado en Puerto Rico durante los últimos cuatro años es algo que a mí me llena de mucha fe, a pesar de que hay inequidad, y que todavía hay mucho trato desigual. Es necesario que los individuos decidan unirse a las personas que son sus pares en intereses y puedan hablar con una sola voz estructurada y fuerte, y que dejen de responder a los intereses pequeños. Las personas se están atreviendo a tomar decisiones más inteligentes. El cambio climático es un asunto real, y nosotros estamos vulnerables por el factor de ser isla en el Caribe... Es una conversación que hay que tener todos los días", dijo.

A  través de los años en Puerto Rico se han reconocido casos representativos de injusticia ambiental en un sinnúmero de comunidades, como el caso de los residentes de la isla municipio de Vieques, quienes sufrieron el desplazamiento de su territorio para convertirlos por 60 años en campo de entrenamiento para la Marina de Guerra de los Estados Unidos.

Necesario un cambio de procesos a nivel legislativo

Entre las propuestas para garantizarle a las y los puertorriqueños el derecho de acceso a la justicia ambiental, la licenciada indicó que es necesario volver a tener conversaciones con las comunidades, tanto presencial como virtual, así como impulsar cambios desde la Asamblea Legislativa.

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"Por ejemplo, el aire puro es necesario para todos... Esto es un tema que le importa a todo el mundo, pero no todo el mundo sabe lo que es. Nosotros podríamos quitarle la silla a muchas personas en nuestro gobierno, pero luego de que llegaron ahí, se dan cuenta de que no es tan fácil porque hay que cambiar los proceso legislativos", opinó. "Hay que planificarnos para el futuro de una manera inteligente, y hay que actuar sobre los planes".

Necesidad del manejo adecuado de las áreas protegidas

Pumarejo Cintrón destacó que Para la Naturaleza tiene como meta integrar a la sociedad en la protección y en el manejo de las áreas naturales para lograr aumentar el porcentaje de terrenos protegidos para la conservación en Puerto Rico, de la cifra actual de 16%, a un 33% para el año 2033.

"Lo cierto es que ese 16% de tierras, si no se manejan adecuadamente, no están protegidas, porque en el caso de la Bahía de Jobos está protegida, pero estaba mal manejada. Mientras no hablemos en una sola voz, ni actuemos con seriedad, vamos a seguir viviendo en un macondo".

Urge redefinir la zona marítimo terrestre

Pumarejo Cintrón aseguró, además, que es necesario redefinir el concepto de la Zona Marítimo Terrestre considerando el efecto de las subidas de mareas.

Sostuvo también que la definición debe ser lo suficientemente fuerte para poder atemperarse a los cambios climáticos que científicamente están previstos porque "lo que sea correcto hoy, no será lo correcto mañana. El cambio climático no se va a detener porque nosotros hagamos una ley".

"Si no se consideran las subidas de las mareas en la definición de la zona marítimo terrestre, algunas áreas que hace décadas no estaban en zona marítimo terrestre, ahora sí lo están", indicó. "Hay mucha confusión en la definición de la zona marítimo terrestre, y eso ha sido acomodaticio, y en beneficio para los que tengan los medios de conseguir un permiso. Hay que trabajar sobre un artículo de ley más sencillo, pero más firme y fácilmente verificable. Hay varias iniciativas y camino recorrido, pero hay que unirse. Esto no solo compete a las costas, también es relevante para las cuencas de los ríos. Hay que comenzar a tomar decisiones montaña arriba", abundó.