Por Valeria Alicea Guzmán

La licenciada Fabiola Maldonado Rivera explicó, en entrevista con Microjuris, que la enajenación parenteral es una serie de comportamientos y prácticas y se considera una de las formas más sutiles de abuso psicológico y emocional. 

Según la abogada, el término «enajenación parental» es reciente. Sin embargo, la manifestación de este tipo de maltrato lleva años en la sociedad puertorriqueña. 

«Se le da ese título y la acogemos en la ley por la Ley 70 del 19 de julio de 2020 que es donde se recogen 13 comportamiento o 13 manifestaciones de este tipo de abuso emocional que así se considera, aunque en su forma más tenue, pero se considera abuso psicológico y emocional», compartió.  

Ahora bien, ¿cómo se manifiesta?

Maldonado Rivera indicó que se puede observar cuando mamá o papá se rehúsa a pasar las llamadas telefónicas de papá o mamá al hijo o hija. También se da cuando le toca a papá o mamá estar con el o la menor y ese día una de las partes no le permite verle. 

«Otra forma súper común, que es producto muchas veces de resentimientos de celos e inseguridad con la otra pareja y se los quieren transmitir al menor. Entonces empiezan a hablar mal de esa nueva pareja que tiene mamá o papá. Le empiezan a decir que es una irresponsable, que no lo quiero cerca de ti. Entonces empiezan a meterle ese tipo de cizaña para que ese menor se ponga en contra de papá o mamá», detalló.  

Para la abogada, uno de los aspectos más importantes es cómo esto se considera, y ese criterio va a pesar,  cuando se va a adjudicar una custodia o cuando ya está adjudicada la custodia. Explicó que la enajenación parental se puede llevar como causal para solicitar custodia del menor o la menor. 

«Y decir: ‘Mi menor está sujeto a este tipo de actos que son maltrato y es el papá custodio quién lo está haciendo’. Se puede dar de las dos partes. […] El tribunal lo que va a hacer es que va a ordenar una investigación con los profesionales licenciados quienes van a presentar esos informes y recomendaciones. Esto se trata como un problema psicológico», comentó. 

Entre los remedios que compartió, resaltó que se considera la posibilidad de ordenar algún tipo de terapia como una medida de protección. Además, añadió que, aunque es de las más extremas, el tribunal puede ordenar una remoción de custodia hasta que se pueda evaluar el progreso de esa terapia. 

Realmente aquí el acercamiento no es punitivo ni mucho menos castigar al menor y ponerlo en una situación de tener que declarar en contra de papá o mamá, pero sí se puede ordenar la remoción de la custodia y yo creo que ese es el peor castigo para un padre. 

Por otro lado, la licenciada mencionó que la enajenación parental se debe considerar un problema social. 

«Eso de no saber separar el educar con la relación sentimental que en algún momento hubo. No tanto psicológico, sino que también es cultural», sostuvo. 

Recomendaciones

La principal recomendación que compartió la licenciada es que, cuando se trata de menores de edad, el enfoque debe ser única y exclusivamente el bienestar de ese menor y eso incluye el estado físico y mental.

«Hay que protegerlo de esos posibles desacuerdos que son normales y comunes entre papás, pero no demostrarlos al menor», agregó. 

También destacó la importancia de  hablar y educar sobre este tipo de maltrato. Reconoció que muchas personas pueden ver estos comportamientos como sencillos, que no tienen peso.

No obstante, la enajenación parental es algo que afecta el desarrollo emocional y psicológico de  los y las  menores de edad. «Además de que afecta, se podrá ver este tipo de problema en el tribunal. Usted no va a querer develar todo ese tipo de intimidad», aseguró.  

¿Cuándo acudir al tribunal?

Maldonado Rivera  indicó que siempre es bueno agotar las alternativas amistosas. Dijo que la ley no dispone una lista de cuales de ellas  se debe explorar, pero podrían ser terapia de familia, terapia psicológica o hasta una conversación familiar. 

«Ya cuando ese comportamiento, que son varios y es un patrón, está obstaculizando tu relación con su hijo pues es el momento de acudir al tribunal a buscar ese remedio. Esas alegaciones de enajenación parental se van a evaluar y se les dará su debido peso», contó.

Otros ejemplos de enajenación parental

A continuación, algunos ejemplos de enajenación parental que la licenciada compartió. 

1. Tratar de forzar a los hijos a elegir un lado en un conflicto entre los padres.
2. Hacer acusaciones infundadas sobre el estilo de vida por las redes sociales
3. Castigar o reprender a los niños por querer pasar tiempo con el otro progenitor.
4. Mentir a los hijos sobre la causa del divorcio o separación, culpando injustamente al otro progenitor.
5. Fomentar sentimientos de culpa en los hijos cuando estos expresan deseos de estar con el otro progenitor.
6. Minimizar el tiempo que los hijos pasan con el otro progenitor, incluso durante las visitas designadas
7. Fomentar la desconfianza o el miedo hacia el otro progenitor sin una base válida.