Por María Soledad Dávila Calero

El Senado celebrará hoy su primera vista de interpelación de este cuatrienio, una herramienta que ya la Cámara de Representante usó en dos ocasiones durante la sesión legislativa anterior.

El licenciado Rafael Machargo, secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, se une al secretario de Salud, Carlos Mellado, y a la pasada secretaria interina Educación, Elba Aponte, como los jefes de agencia que han pasado por este proceso.

El licenciado José Ariel Nazario, quien fungió como secretario del Senado de 2001 a 2004, explicó que la interpelación es una herramienta de fiscalización que tiene la Asamblea Legislativa por sobre la Rama Ejecutiva.

"La importancia del proceso de interpelación es que la misma va dirigida al cuestionamiento de los jefes de agencia, en principio, particularmente a los jefes de agencia", dijo Nazario.

Lo que ocurre en el proceso

Para estas vistas de interpelación, Nazario explicó, que la cámara legislativa se convierte en una comisión total de la cual todos los legisladores del cuerpo participan.

Esto significa que, en vez de dar turnos iniciales para luego pasar al debate y consideración de medidas, las legisladoras y legisladores llevarán los trabajos como en una vista de una comisión en la cual se le hace preguntas a la persona citada o interpelada.

Este cambio a comisión total se establece en las disposiciones reglamentarias de cada cuerpo.

Objetivos de las interpelaciones

En el caso del Senado, las vistas de interpelación están en el artículo 21.5, en el cual también establecen que estas sesiones se podrán convocar para "investigar el funcionamiento de Departamentos, Agencias, Autoridades, Administraciones, Juntas, Comisiones, Oficinas, Dependencias, Servicios, Negociados, Compañías y Corporaciones Públicas del Gobierno de Puerto Rico".

Mientras, el Reglamento de la Cámara de Representantes en su sección 18.5 atiende las Sesiones especiales de interpelación, para las que establece parámetros más abiertos.

El reglamento de la Cámara establece que las vistas de interpelación son para "obtener información de interés público. En las mismas se podrá citar a personas naturales o jurídicas para que comparezcan".

Más allá del reglamento

Los reglamentos de ninguna de las dos cámaras legislativas dan muchos más detalles sobre cómo se llevarían una sesión de interpelación.

Esto es porque la organización y logística van a depender de las reglas que acuerden las personas legisladoras para cada sesión de interpelación en particular y de cómo la presidencia lleve los trabajos, explicó Nazario.

El exsecretario del Senado argumentó que será interesante ver cómo trabajarán los procesos en el Senado para la sesión de interpelación de hoy, ya que cuentan con una composición de cinco partidos y un senador independiente.

"Por primera vez tienes esencialmente cinco delegaciones que van a hacer preguntas y lo interesante del caso va a ser cómo se distribuyen los temas a preguntarse, particularmente por la misma composición tan heterogénea del cuerpo, pues no necesariamente vas a poder negociar o planificar un orden de las preguntas o un orden de los temas", dijo Nazario a Microjuris.

Además, Nazario argumentó que si se mantienen haciendo preguntas sobre el mismo tema, la vista se puede volver "repetitiva" y no se cumpliría la gestión de fiscalización a la Rama Ejecutiva, en este momento encabezada por el gobernador Pedro Pierluisi.

"A veces perdemos de perspectiva y convertimos la sesión de interpelación dirigida única y exclusivamente a la persona y lo importante aquí para que el país entienda de qué se trata: lo que está ante el cuerpo no es solo la persona, es la administración del gobernador Pierluisi, la administración del Ejecutivo, la administración de un departamento constitucional", indicó Nazario.

Por último, el otro factor que hace un gran impacto en cómo corren las sesiones de interpelación es cuán capaz sea el interpelado de manejar el escrutinio legislativo.

Nazario explicó que las vistas de interpelación han servido tanto para reivindicar a funcionarios, como para aumentar el rechazo hacia una jefa o jefe de agencia.