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Por la Lcda. Zoé Negrón Comas

La quiebra del Gobierno de Puerto Rico y sus instrumentalidades genera una cantidad de correspondencia impresionante y abrumadora. Estos documentos llegan constantemente y, muchas veces, las personas desconocen qué hacer con ellas o sencillamente no quieren darles pensamiento, por varias razones:

• Son extensos. Una sola de estas notificaciones puede tener cientos de páginas.
• Son en inglés. Todas las notificaciones llegan en inglés. Algunas de estas tienen una versión del documento en español, esto depende de su propósito. No obstante, se tiene que rebuscar después del final del documento original para encontrar la versión traducida. A su vez, esta traducción a veces no es adecuada o resulta confusa.
• Son idénticos. Por virtud de que son notificaciones del mismo caso, casi todas las notificaciones le pueden parecer la misma a una persona que no esté familiarizada porque tienen el mismo epígrafe.
• Son vagos. Una notificación puede estar dirigida a la persona o puede no tener relevancia alguna para la persona que la recibe. Por ejemplo, puede tratarse de una notificación general que se le hace a todas las partes que han interactuado de alguna manera con el proceso. No obstante, puede ser una notificación para un grupo de personas que solamente al final identifica si la persona que la recibe está dentro de ese grupo.

Estos problemas se agudizan cuando la persona que lo recibe no es representante legal. No obstante, ignorar estos documentos puede tener consecuencias negativas para la persona o para su caso. Esto incluye que su reclamación sea reducida o eliminada sin su conocimiento por cuestiones técnicas o remediables. El efecto de perder la reclamación en la Corte de Título III repercute en cualquier caso que estuviera pendiente ante los tribunales estatales o federales o agencias administrativas.

Generalmente, se pueden ignorar estas notificaciones de la Corte de Título III porque le son irrelevantes. Sin embargo, el hábito de ignorarlas o dejarlas para otro momento puede ocasionar que esa notificación, la única notificación que sí es importante, que le impone una fecha límite o amenaza algún derecho de ella caiga en el montón de las ignoradas. ¿Cómo puede una persona identificar esa notificación?

Algunos consejos:

1. Verifique la esquina superior-derecha: En varias ocasiones, cuando se trata de una notificación que requiere una acción o respuesta de su recipiente, en la esquina superior derecha habrá dos fechas. Estas son la fecha para responder y la fecha para una vista. Si el documento tiene estas fechas, puede que tenga que realizar alguna acción. No obstante, para confirmarlo corresponde seguir el próximo consejo.
2. Ojear las páginas a mitad o final: Cuando llegue ese documento o esa notificación, pase una mirada por encima de las hojas y busque aquellas que no sean como el resto. Muchas veces eso puede ser en el medio del documento o incluso al final. Por ejemplo, ¿hay hojas que sean en español? ¿Hay hojas que en lugar de texto tengan tablas? Estas pueden ser indicaciones de que hay algo relevante. Si hay hojas en español, se trata de una notificación que tiene que cumplir con el debido proceso y, por lo tanto, puede afectar derechos de alguien. Si tiene tablas al final, estas contienen una lista de las personas que pudieran ser afectadas.
3. Busque su nombre: Si logra identificar que el documento contiene tablas y esas tablas parecen identificar nombres, verifique si el suyo aparece. Dependiendo del tipo de notificación que sea, esta tabla puede contener solamente un nombre o una lista completa. Generalmente, las tablas siguen un orden alfabético e identifican en la parte superior-central si hay más de una lista. Si su nombre está, la notificación le afecta directamente de alguna manera.
4. Oriéntese: Aún siguiendo estos pasos, el significado de la notificación puede ser confuso o requerir de ayuda de un profesional. En la medida que sea posible, siempre es recomendable que se oriente con un representante legal previo a hacer cualquier gestión.

Si la notificación no tiene ningunas de las características que se describen en esta lista, como regla general, se puede ignorar. No obstante, ante la duda siempre es mejor solicitar una segunda opinión.

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