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Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del(a) autor(a) y no reflejan las opiniones y creencias de Microjuris o sus afiliados.
Por Jean G. Vidal–Font (Ferraiuoli LLC)
Difícil es pasar la página de un periódico o ver una página de internet sin leer un nuevo desarrollo de inteligencia artificial («IA») o posible aplicación para un negocio, ya sea herramientas para aumentar ventas, analizar información, crear contenido o manejar equipos. Así, los desarrollos y/o herramientas de la IA cambian y se amplían a una velocidad exponencial.
De la misma manera, hay frenesí en negocios y empresas con buenas intenciones, de implementar diversas herramientas de IA en su negocio. Pero esta velocidad obliga la pregunta, ¿la implementación se ha hecho comprensivamente? Muchas veces el riesgo es que no; corremos y usamos la IA pero no implementamos adecuadamente para ella. ¿Qué cosas debemos considerar para que la IA no nos madrugue?
De entrada, hay que entender qué información cedemos, entregamos o compartimos con el proveedor (de IA) para alimentar o entrenar sus algoritmos (modelos). ¿Hay riesgo de ceder información propietaria? ¿Podríamos perder secretos de negocios? Por un lado, esa «letra chiquita» es crucial para saber qué estamos pagando y a cambio de qué.
Por otro lado, dependiendo del uso del modelo de IA, hay que determinar si hay derechos de datos personales (récords médicos, planillas, etc.) almacenados, y cuál es el oficial corporativo que los supervisa o administra. Dependiendo del alcance del negocio, puede que aplique legislación de otros estados o países (como la directiva de IA de la Unión Europea).
De la misma velocidad que la tecnología avanza, así las reglamentaciones y el riesgo que puede haber cuando implementamos la IA a ciegas, sin considerar el efecto a largo plazo. Toda gran etapa tecnológica sufre del mismo binario: la ventaja competitiva de adoptar con los riesgos que una implementación mal diseñada pueda tener. La IA amplía este riesgo de manera exponencial ya que el nivel de información que puede almacenar, procesar, y crear, es mayor que cualquier tecnología o herramienta que hemos tenido hasta el momento. Por eso es que toda implementación de IA obliga a que se haga de manera pensada, con un equipo dedicado a velar por el manejo de datos, controles de información, y protección del negocio. Solo así, nos aseguramos de que la IA no nos madrugue.
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