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Son cinco los territorios ultramarinos de los Estados Unidos: Guam, Samoa Americana, Islas Vírgenes, Islas Mariana del Norte y Puerto Rico. Sin embargo, es justo concluir que en Puerto Rico el ciudadano promedio desconoce la experiencia histórica de los demás territorios, aunque sí está consciente de la relación sui generis que tiene Puerto Rico con la nación estadounidense. Aunque, tal y como se evidencia en este episodio del Microjuris Podcast, lo mismo ocurre con el desconocimiento de los demás territorios hacia la experiencia colonial de Puerto Rico.
A raíz de la Primera Mesa Redonda del 1er Encuentro de Territorios Ultramarinos de los Estados Unidos, organizada por la Universidad Ana G. Méndez y auspiciada por Microjuris.com -llevada a cabo el pasado viernes, 6 de marzo-, presentamos una mesa de reacción sobre lo apuntado en el panel de la mañana sobre el desarrollo histórico de los territorios. En la misma, nos acompañó el experto en política de los territorios y ex funcionario de la Casa Blanca, Jeffrey Farrow; el profesor de historia y autor de artículos sobre dominación estadounidense, Dr. Aaron Gamaliel Ramos; y la asesora de Política Pública en el Comité de Recursos Naturales de la Cámara federal que preside Raúl Grijalva, la ingeniera Margarita Varela Rosa. El panel de discusión que éstos comentan y analizan puede accederse aquí y estuvo conformado por el Dr. Robert Underwood (pasado delegado de Guam), Dr. Carlyle Corbin (pasado Ministro de Relaciones Exteriores de Islas Vírgenes) y Kenneth McClintock (pasado presidente del Senado y pasado secretario de Estado de Puerto Rico).
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Para el profesor Ramos, el desconocimiento entre la historia entre uno y otro territorio está vinculado a la condición de islas, la cual en parte determina y promueve una especie de mirarse a sí mismas y cerrarse un poco a conocer sobre otras experiencias de territorios con similar relación con los Estados Unidos. «Incluso aquí mismo en el Caribe -para no irnos al Pacífico-, es muy poco lo que conocemos acerca de Martinica o Guadalupe, sobre Aruba, o incluso en Islas Vírgenes», apuntó Ramos.
Por su parte, Varela Rosa aseguró que el desconocimiento sobre temas territoriales no sólo se da entre los propios territorios sino en los centros de poder en donde se aprueban leyes que les afectan como, por ejemplo, en el Congreso federal. Dijo que la manera en la que se refleja el desconocimiento de estos temas es en lo que resulta ser una «coordinación limitada» sobre los asuntos principales que pueden beneficiar a estas jurisdicciones como lo son el acceso a los programas federales o la relación de cada una de estas con los Estados Unidos.
Farrow, señaló que este desconocimiento ocurre también porque existe una «diferencia fundamental» entre Puerto Rico y los otros cuatro territorios que están mucho menos poblado que Puerto Rico. «Yo soy de las Islas Vírgenes y allá el que podamos ser un estado de la unión o que nos convirtamos en una nación libre, eso simplemente no es un issue para nosotros. Y así es para el resto de los territorios, estos a lo que están pendiente es a la aplicación en sus jurisdicciones de la ley federal», acotó. «Por ejemplo, Michael San Nicolas, el delegado de Guam que nos acompañó en la mañana, dijo que si hoy le preguntan a los guameños qué estatus político prefieren seguramente el 70% diría que la estadidad. Sin embargo, en su propia opinión, esa no es una opción realista para ellos», añadió.
En el panel de discusión de la mañana participó el Dr. Robert Underwood, pasado delegado de Guam, quien aseveró que cada territorio tenía que preguntarse, tal cual los niños se preguntan, ¿qué quiero ser cuando sea grande? Esto, aclaró, se torna en la pregunta de qué quiere ver cada territorio en esa relación bilateral que sostiene con Estados Unidos. El Dr. Ramos utilizó el ejemplo de Puerto Rico donde, según dijo, la respuesta a esa pregunta tiene que considerar el que ya más puertorriqueños/as viven en los estados que en la propia Isla, el que los residentes de Puerto Rico no hablan inglés, entre otras realidades. Esta «falta de visión» colectiva depara en resultados negativos o inmovilistas en sectores como la Cámara federal, donde según Varela Rosa, los grandes cambios se adoptan mediante una priorización muy selecta en el que tiene que existir una crisis para que los asuntos se atiendan. En ese sentido, el no contar con una visión colectiva sólida, no ayuda para que se produzcan cambios favorables a los territorios. «Los temas que se atienden son los que tienen ‘high visibility’ y que tienen grandes implicaciones. Lo que hace falta entonces es una visión para atender el tema y una planificación estratégica», comentó.
Hay quienes piensan que la pregunta por el estatus político de los territorios debería ser una más dirigida hacia la discusión de qué le conviene mejor a cada jurisdicción en materia de desarrollo económico. Sin embargo, para Farrow la pregunta fundamental sigue siendo la del estatus político. «Es que cuando se contesta la pregunta sobre el estatus político y el gobierno que se quiere, se contesta el tipo de desarrollo económico que ese estatus va a permitir. El estatus político determina las condiciones», aportó el exfuncionario de la Casa Blanca durante la administración Clinton-Gore. «Ahí está el ejemplo de la Sección 936. Cuando Estados Unidos entró tratados de libre comercio con otros países, las empacadoras de atún, alguna de las que estaban en Mayagüez, se fueron para las Filipinas y Taiwán», dijo. Sobre ello añadió que por eso es que sigue y seguirá siendo importante la determinación para cada territorio en quién va a gobernar y bajo qué estatus, en aras de viabilizar un marco adecuado para su desarrollo económico.
Finalmente, todos coincidieron con las palabras de Stacey Plaskett, delegada de la Islas Vírgenes, en su afirmación de que los habitantes de los territorios son «Americans, without a full American experience», en términos de las leyes federales que les aplican y la falta de derechos en muchos aspectos esenciales para los residentes territoriales.