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El presidente de la Cámara de Representantes, Rafael «Tatito» Hernández reflexionó sobre los retos enfrentados al navegar un gobierno compartido y la necesidad de recuperar poderes legislativos que habían sido delegados al Ejecutivo en administraciones anteriores.
Subrayó que esta lucha fue vital para alcanzar los logros legislativos más significativos del cuatrienio.
En una conversación con Microjuris, el presidente de la Cámara de Representantes reflexionó sobre su liderazgo y los retos enfrentados en un gobierno compartido.
De igual forma, Hernández destacó cómo navegó las complejidades de una legislatura diversa y las estrategias implementadas para avanzar su agenda.
Señaló que su papel ha sido instrumental para demostrar que el Partido Popular Democrático (PPD) no es un partido de minoría.
«Fui parte de la mayoría legislativa en un gobierno compartido. Fue una mayoría diversa en alianzas. Existen personas que hablan de alianzas, pero nunca han ejercido el poder en alianzas. Logramos consolidar alianzas que nos permitieron ser efectivos» afirmó.
Aunque muchos asumían que el PPD contaba con 26 votos en la Cámara, Hernández reveló que su verdadera mayoría funcional se componía de 23 votos de representantes populares, seis del PNP y uno del Proyecto Dignidad, alcanzando un total de 30 votos.
«Yo nunca tuve 26 votos. Yo establecí una estrategia y tácticas que utilicé como parte del proceso conociendo esa realidad. La realidad es que aquí tuve personas que eran solidarios con adelantar las causas. Como parte del arte de esa realidad histórica, dependiendo de la iniciativa que queríamos adelantar, ibas a poder apreciar que se aprobaba legislación con mucho mas que 30 votos», dijo.
El presidente destacó que el mayor logro de su gestión fue «gerenciar la dinámica legislativa para aprobar medidas multisectorial para operar de manera efectiva». Bajo su liderazgo, la Cámara evitó fisuras internas al priorizar iniciativas que generaran consenso. Este enfoque permitió aprobar legislación con más de 30 votos en varias ocasiones.
Destacó, además, su rol para potenciar los procesos administrativos, en comparación con Asambleas Legislativas del pasado.
En esa misma línea, el presidente cameral recordó que la Cámara bajo su dirección implementó cambios significativos, incluyendo la limitación de horas facturables por contratistas y el fomento de contratos individuales sobre corporativos.
Además, establecieron un plan de clasificación y retribución que fue enviado a la Junta de Supervisión Fiscal.
«No tuvimos contratistas fantasmas. La mayoría de los contratos dejaron de ser de corporaciones», indicó.
Incluyó, como parte de sus logros la transparencia, alcanzada durante el proceso de contratación de personal así como su compensación salarial.
Hernández enfatizó los cambios administrativos realizados para garantizar una mayor transparencia. Al recibir la Cámara, solo había $544.75 en caja.
Hoy, según Hernández, «dejamos $2.5 millones para operación y $4.8 millones en caja para los próximos seis meses». Además, presupuestaron $2.5 millones para la liquidación de las personas empleadas, asegurando que no enfrentaran los mismos retos que ellos al asumir el control.
Durante el cuatrienio, la Cámara aprobó cuatro presupuestos balanceados que fueron negociados dentro del tiempo establecido con la Junta.
Sentenció que, a pesar de las enmiendas realizadas a los presupuestos tras su aprobación en la Cámara, «siempre se logró lo acordado».
Recordó que la medida más importante de las últimas dos décadas ha sido la «Ley para poner fin a la quiebra de Puerto Rico», diseñada para reestructurar la deuda del gobierno bajo el Título III de PROMESA y garantizar la restitución completa de las pensiones de los jubilados que enfrentaran recortes. Esta ley fue radicada, negociada y gestionada por la Cámara.
«Es la medida más contundente de los últimos 20 años. Incluyó protecciones para los retirados, inyección de fondos para municipios y la creación de estructuras para garantizar la estabilidad económica».
Otro logro destacado fue la aprobación de una legislación que reemplaza el arbitrio del 4% impuesto por la Ley Núm. 154 2010 a ciertas empresas foráneas, estableciendo en su lugar un sistema de contribución sobre ingresos para estas compañías.
«La negociación fue cruzada».
Puntualizó como un logro adicional la creación de la Oficina de Presupuesto de la Asamblea Legislativa (OPAL), la cual ha tenido la encomienda de asesorar a los miembros del Senado y la Cámara de Representantes de Puerto Rico en temas presupuestarios, financieros, contributivos y económicos.
En manos de la OPAL el poder de “curar” datos financieros de medidas legislativas
En cuanto a su legado, Hernández señaló que las reformas implementadas han sentado las bases para un gobierno más eficiente y transparente, dejando una huella duradera en la estructura administrativa y legislativa de Puerto Rico.