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Nuevas regulaciones, despidos y momentos difíciles para algunas empresas tecnológicas son las ramificaciones inmediatamente previsibles para el sector emprendedor en Estados Unidos ante el cierre el pasado viernes del Silicon Valley Bank, el decimosexto en tamaño de Estados Unidos y cuya clientela principalmente era este sector, según dos personas ligadas al campo de la tecnología en Puerto Rico.
El cierre del banco ocurre en momentos de intereses altos y causaría un efecto de «bola de nieve» que afectará a empresas crecientes o nuevas del sector de tecnología que usaban mucho Silicon Valley Bank, aseguró a Microjuris Giancarlo González Ascar, fundador de Urbital llc, quien ofrece una aplicación para ver precios de propiedades en Puerto Rico.
«Se avecina una nueva ola de despidos en ese sector porque va a haber limitaciones de acceso de capital en empresas que todavía necesitan seguir levantando (dinero) para mantener su modelo de negocios», dijo González Ascar, quien fungió como Principal Oficial de Informática del Gobierno de Puerto Rico.
De lo que ha leído, dijo González Ascar, algunas de estas empresas tecnológicas incipientes operan con un modelo de negocio de generar muchos gastos iniciales (burning cash) y se beneficiaban de tener un banco enfocado en sus necesidades, como Silicon Valley Bank por lo que su repentino cierre «definitivamente» afecta a ese sector.
«Ante la ausencia de este banco habrán startups que hagan shutdown, mergers and adquisitions (cierres, fusiones y adquisiciones). Las valoraciones se van a revisar. Va a haber retos en el sector de tech«, añadió.
González Ascar también anticipó que se van a plantear desregulaciones iniciadas por la administración Trump, que en su momento relajaron las medidas tomadas luego de los problemas en el sector bancario del 2008.
«No es que vengan más regulaciones, sino quizá restablecer las que habían», sostuvo.
De otra parte, Jonathan González, cofundador de Raincoat —un startup en el sector de insure tech desarrollando tecnología para aseguradoras—, explicó que lo que pasó en Silicon Valley Bank tiene que ver con una divulgación de información incorrecta que, en estos tiempos de redes sociales, llevó a mucha gente a la vez a retirar sus fondos de esa empresa.
Entonces, en cuestión de días, se anuncia el cierre del banco y de repente las empresas que dependían exclusivamente de Silicon Valley Bank se vieron sin acceso a sus fondos para el pago de nómina, adquisición de nueva mercancía y otros gastos operacionales, con la preocupación de que una paralización extensa del banco «tendría repercusiones masivas en el ecosistema de negocios pequeños», aseguró.
«Obviamente, en el fin de semana hubo un movimiento bien fuerte que estaban pidiendo o rogándole al gobierno federal que garantizara que los depósitos iban a estar ahí», sostuvo.
Aclaró que ya esta etapa pasó, porque ya entró en control la Corporación Federal de Depósitos y Seguros (FDIC, en inglés) y se acabó la incertidumbre de lo que pasaría en el banco, puesto que los clientes ya tienen acceso a sus cuentas, que están de cualquier manera garantizadas por el gobierno federal.
«Hay que hacer una distinción: una cosa es el equity. Los dueños del banco y esas personas lo van a perder todo, pero otra cosa son los que tiene depósitos en el banco», indicó el empresario, quien dijo que su empresa tenía dinero en ese banco, pero no se afectaron por estar diversificados.
Añadió que si cierre de este banco no se manejaba efectivamente, como se hizo, hubiese afectado mucho más que al sector tecnológico, sino a la banca en general.
«Había una preocupación secundaria si no se protegía esos ingresos. Los clientes de otros bancos se iban a preocupar. Iban a salir a bancos regionales para meterse a los cuatro bancos principales, y eso era bien preocupante para las personas. Lo que sucedió ayer (el domingo), para el alivio de muchas personas, fue que el gobierno federal anunció que el dinero iba a estar ahí», sostuvo.
González dijo que quedan por verse los efectos secundarios. «Hay personas que transfirieron de su cuenta corporativa a la personal y eso es un ‘no-no’. Hay personas que firmaron préstamos, personas que vendieron sus assets (activos) que tenían garantizado para generar el efectivo, personas que cerraron cuentas. Si te digo que en los últimos días yo he recibido mensajes de texto, grupos de WhatsApp, preguntando, haciendo inventario de todo el mundo. Y va tomar tiempo en lo que todo esto se resuelve, pero el choque, el enfriamiento en el sector de startup se va a sentir. Vas a evaluar tu portfolio, ver que riesgos tiene y vas a ver un efecto en todas las empresas que están en el proceso de levantar capital. Es echarle un balde de agua fría a ese ecosistema», comentó González.
Entre las repercusiones anticipables del colapso de Silicon Valley Bank se encuentran: posibles nuevas regulaciones, cierres de negocios, se discutirá la necesidad de crear nuevos mecanismos para garantizar los fondos no solo limitado a los $250 mil para individuos, se debatirá la actuación del gobierno, y el efecto que tienen las altas tasas de intereses.
Pero, agregó, contrario a los pasos del gobierno de 2018, «aquí no hubo un bailout. Silicon Valley se cierra o lo venden».
Anticipó que la comunidad legal tendrá que intervenir para evaluar los pasos realizados por empresarios, si incumplieron con su deber de fiducia, incluyendo realizar «negocios que hicieron que no debieron haber hecho», así como para la preparación de mecanismos para, similar a como ocurrió con la pandemia, se establezcan protocolos de seguridad que impida la toma de decisiones erradas en escenarios futuros.
«Habrá muchas conversaciones para ver qué hicieron para protegerse y cómo seguir los mecanismos adecuados corporativos», comentó.