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Un tribunal apelativo dejó sin efecto un veredicto emitido hace 29 años y una sentencia de muerte contra un hombre afroamericano, luego de que se probara que la selección del jurado estuvo viciada por motivos de discrimen racial.
El diario Sacramento Bee difundió que un panel de tres jueces del Tribunal Apelativo del Noveno Circuito en San Francisco dejó sin efecto la determinación que hiciera un tribunal inferior en el caso de Steven Edward Crittenden emitida en el 1989. Aunque el fiscal que atendió el caso expresó que eliminó al único jurado afroamericano porque este no creía en la pena de muerte, el Tribunal determinó que la razón por la cual este lo eliminó fue por motivos raciales.
Lee el análisis del caso Crittenden v. Chapell, No. 13-17327
Crittenden fue convicto por los asesinatos de de William Chiapella de 67 años y su esposa Kathleen de 66, en su hogar, el 13 de enero de 1987. Según surge del récord del caso, la pareja había contratado previamente a Crittenden para que les realizara trabajo en los alrededores de su casa. Al momento el hombre era estudiante en la Universidad del Estado de California, donde también se desempeñaba como atleta estrella. Según se determinó, Crittenden amarró, amordazó y apuñaló a la pareja.
Para su análisis, el Tribunal evaluó la selección particular de la único jurado afroamericana (de apellido Casey), utilizando el análisis de Batson para determinar si las aparentes razones neutrales son un pretexto para discriminar. De esta forma se utilizó la puntuación otorgada a los jurados para hacer un análisis comparativo. En este caso fue de gran utilidad pues el fiscal las utilizó fielmente para la eliminación de los jurados.
Específicamente se evaluó a la jurado afroamericana con otra jurado de apellido Smith que sí fue seleccionada aunque recibió la misma puntuación que esta. Según el Tribunal, Smith era un jurado prospecto mucho peor que Casey y no compartían ninguna característica, por lo que no se explica cómo recibieron la misma puntuación. Smith, por su parte, explicó durante la selección que su esposo fue encausado por un crimen que no cometió y que por ello sería sumamente cuidadosa de ser seleccionada. Esto, según el Tribunal, debía levantar preocupación en el Ministerio Público, pues podría tener problemas al tomar una decisión sobre la pena de muerte. Casey, la jurado afroamericana por su parte, cumplía con los criterios que el Ministerio Público buscaba en sus jurados prospecto y explicó que aunque "odiaba la muerte" no tendría ningún problema en tomar una decisión que implicara la pena de muerte si se probaba que la persona acusada en efecto, había asesinado a otra.
La decisión del Tribunal Apelativo es interesante, pues es abarcador el análisis comparativo con otro jurados y además explica en detalle el proceso de selección de jurado.
El Tribunal expresó que el Estado tiene 60 días para acusar a Crittenden o liberarlo. El Fiscal de Distrito expresó que no descarta volver a acusarlo.