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Un soldado de la Reserva demandó al Ejército de Estados Unidos por este darle de baja sin ninguna advertencia o explicación, por aparentemente haber participado de un programa para inmigrantes que prometía un camino hacia la naturalización al enlistarse.
El demandante es Lucas Calixto, un inmigrante brasileño que se enlistó en la Reserva del Ejército a principios de 2016. Durante ese tiempo, hasta que se le dio de baja, Calixto no recibió ninguna disciplina o queja, según la demanda. De hecho, según indicó, fue ascendido poco antes de su alta. Su demanda argumenta que el Ejército violó sus propias reglas, las reglas del Departamento de Defensa y su derecho constitucional a un debido proceso de ley, al no ofrecer ninguna explicación o posibilidad de responder. Las reglas del Ejército requieren que a alguien que sea objeto de una «acción administrativa desfavorable» se le dé una declaración escrita detallada y detallada de los motivos de la acción, y una oportunidad para responder.
«Ahora la gran sensación que tuve cuando me enlisté se está yendo por el desagüe», le dijo Calixto a Prensa Asociada (AP), «no entiendo por qué sucedió esto».
Precisamente AP publicó un reportaje en el que revela que así como le sucedió a Calixto, el Ejército de Estados Unidos ha estado dando de baja a soldados inmigrantes. Según el medio, tal parece ser la situación de otros 40 individuos, quienes coincidieron en ser participantes del programa MAVNI. MAVNI fue un esfuerzo del Ejército por aumentar el reclutamiento de soldados y de personal con preparación médica y fluidez en 44 idiomas específicos, que permitía que los reclutas obtuvieran la ciudadanía al completar su servicio.
Mientras que Calixto indica en la demanda no saber las razones para la acción tomada por el Ejército, otros que presionaron para obtener respuestas dijeron que el Ejército les informó que habían sido categorizados como riesgos a la seguridad porque tienen familiares en el exterior o porque el Departamento de Defensa no había podido investigar sus trasfondos de forma adecuada.
Por su parte, los portavoces del Pentágono y del Ejército indicaron que, debido al litigio pendiente, no podían explicar las bajas ni responder preguntas sobre si se han producido cambios en las políticas de alguna de las ramas militares.
«No hay individuos que hayan sido liberados de sus contratos o separados del Ejército debido a su estatus migratorio», dijo la portavoz del Pentágono, la Carla Gleason. «Existen riesgos significativos de amenazas internas como el espionaje, el terrorismo y otras actividades delictivas en todo el programa», indicó, según el Chicago Sun-Times.
Los abogados del Gobierno calificaron el programa de reclutamiento como un «riesgo elevado a la seguridad» en otro caso en el que participaron 17 reclutas militares nacidos en el extranjero que se enlistaron a través del programa.
Soldados inmigrantes han estado sirviendo en el Ejército desde el 1775. Los reclutas elegibles deben tener un estatus legal en los Estados Unidos, así sea una visa de estudiante, antes de enlistarse. Más de 5,000 inmigrantes fueron reclutados en el programa en 2016, y se estima que 10,000 están actualmente sirviendo. La mayoría va al Ejército, pero algunos también van a las otras ramas militares.
La demanda de Calixto solicitaba que se dejara sin efecto la baja y se emitiera una sentencia declaratoria de que el Ejercito había violado su propio reglamento. Varios días después de presentada la demanda, el Ejercito decidió revocar la baja en el caso de Calixto. No se indicaron las razones para ello.